Lunes 24.03.2025 | Whatsapp: (221) 5710138
24 de octubre de 2024 | Nacionales

Tenso encuentro con Axel Kicillof

Cristina Kirchner y La Cámpora no pagan a los leales

Estela de Carlotto pretendió utilizar la celebración de un nuevo aniversario de las Abuelas de Plaza de Mayo para tender puentes entre el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y la ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en un contexto de extrema tensión, pero terminó desilusionada.

facebook sharing button Compartir
twitter sharing button Twittear
whatsapp sharing button Compartir
telegram sharing button Compartir
print sharing button Impresión
gmail sharing button Correo electrónico

Difícilmente podría haber sido de otra forma: Cristina Fernández de Kirchner y La Cámpora quieren destruir a Axel Kicillof, tal como ya lo demostraron tratándolo de “Judas”, “Traidor” y “Poncio Pilatos”. No es una actitud nueva: todos los que no acepten subordinarse a la ex presidenta y a la agrupación que lidera su hijo Máximo Kirchner vienen sufriendo el mismo trato desde hace más de 10 años. Para ellos no hay lugar para la disidencia, la crítica constructiva o la diferenciación. No admiten interlocutores para su concepción de poder absoluto.

Las buenas intenciones de Carlotto estallaron contra la realidad. Kicillof llegó primero, pero el arribo de CFK marcó la actitud de hostilidad que ella y Máximo eligieron como táctica para profundizar el conflicto. Desconociendo lo pactado, la recibió la consigna “Cristina presidenta”, algo que molestó mucho a la presidenta de Abuelas, y así lo hizo notar en sus declaraciones posteriores. Cristina y Kicillof se sentaron a ambos lados de Carlotto y no conversaron entre sí. El aire podía cortarse con un papel.

Las bandejas del Teatro Argentino de La Plata, pobladas de camporistas, no cesaban de repetir "Presidenta, Cristina presidenta", ni de silbar y abuchear al gobernador. Del otro lado, los partidarios de Kicillof respondían: "Axel querido, el pueblo está contigo".

La tensión y las provocaciones de La Cámpora desnaturalizaron el acto de conmemoración de un nuevo aniversario de las Abuelas de Plaza de Mayo, a punto tal que Carlotto debió cerrar su discurso apuntando a la interna: "Aunque tengamos diferencias políticas, somos argentinos y tener hoy acá el honor de Cristina y el honor del gobernador demuestran que nada está perdido". Un rato más tarde explicitaría su desilusión, sobre todo con las provocaciones del cristinismo que enturbiaron el ambiente para convertir al evento en un acto de campaña.

A pesar de su constante declinación y de sus reiterados fracasos, Cristina y La Cámpora no hacen esfuerzo alguno por cambiar su estrategia política, insistiendo en aplicar la lógica del sometimiento y la traición hacia quienes no aceptan la humillación de someterse sin concesiones. Invirtiendo la máxima “Roma no paga a los traidores”, en el peronismo e, incluso, en el resto de las agrupaciones que conviven dentro del cristinismo se ha instalado hace tiempo una máxima alternativa: “Cristina y La Cámpora no pagan a los leales”. Para ellos, la única alternativa es la sumisión incondicional. Para los “traidores”, en cambio, siempre está abierta la puerta del perdón y de las concesiones, como sucedió con Daniel Scioli en 2015, o Alberto Fernández y Sergio Massa en 2019. La ex presidenta explicó que el enojo dura seis meses. Con esta lógica, conviene mucho más ser enemigo que leal.

La lista de Ricardo Quintela está llena de peronistas no cristinistas, y también de aquellos que no soportan más los destratos, el manejo a control remoto que caracteriza a Cristina, ni su soberbia y destratos permanentes. Tampoco aceptan ser conducidos por Máximo. Un dato que no debe pasarse por alto es que Cristina va a la interna como líder de La Cámpora, dispuesta a imponer la jefatura de la agrupación también dentro del PJ nacional. Esta explicitación hace que muchos actores, incluso muy próximos a ella, confiesen en off su disgusto respecto de su decisión de venir a ensuciar un proceso que venía aceitado y en paz hasta que, súbitamente, decidió hacer estallar todo con una publicación en X, del mismo modo que, en su momento, impuso la candidatura de Alberto Fernández, de cuya responsabilidad ahora elige desentenderse.

De este modo, quien fuera caracterizada como “Madame Guillotine” es hoy un manso corderito que pretende arrastrar y desmovilizar las luchas populares, subordinándolas a sus intereses particulares. No es novedad. Siempre ha procedido del mismo modo. (www.REALPOLITIK.com.ar)


¿Qué te parece esta nota?

COMENTÁ / VER COMENTARIOS

¡Escuchá Radio Realpolitik FM en vivo!