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Partido Justicialista
Axel Kicillof en problemas: Una vez más, ganó Cristina Kirchner
Axel Kicillof quedó debilitado tras la decisión judicial que consolidó a Cristina Fernández de Kirchner como presidenta del Partido Justicialista, viéndose presionado por el cristinismo y La Cámpora a alinear su postura, pese a sus intentos de mantenerse neutral en la interna del partido.
La jueza María Romilda Servini de Cubría desechó las impugnaciones de la lista de Ricardo Quintela y la confirmó como nueva presidenta del Partido Justicialista nacional a partir del 17 de noviembre próximo. La decisión judicial consolidó a la ex presidenta, al tiempo que dejó en situación de debilidad al gobernador riojano. Pero la principal víctima fue el jefe de gobierno bonaerense, Axel Kicillof, quien intentó en vano mantenerse al margen de la contienda. Si bien los ataques de Cristina Fernández de Kirchner y de La Cámpora no consiguieron que tomara partido en la interna, lo asimilaron a la candidatura de Quintela. Y aunque haya tratado de insistir en su situación de prescindencia en la interna, ahora deberá pagar los costos de su “rebeldía” a la jefa.
No basta en absoluto con que Kicillof respalde la decisión de Servini, que impidió una judicialización de la competencia que podría haber terminado en la intervención partidaria. Dentro de su entorno celebró la decisión judicial, pero eso no le evitó que La Cámpora promoviera una nueva embestida en su contra. Kicillof condenó desde un principio la presentación judicial de los apoderados de Quintela, quienes solicitaron que les permitieran participar de las elecciones internas convocadas para el 17 de noviembre, tras la negativa de la Junta Electoral del Partido Justicialista a autorizarlo a competir.
La Junta Electoral del PJN sostuvo su veto alegando inconsistencias en los avales presentados, ante lo cual los sancionados buscaron una solución judicial, lo que fue interpretado por Kicillof como un enfoque inadecuado para resolver la interna partidaria, y volvió a instar en favor de la necesidad de buscar la unidad dentro del partido. Por eso en el entorno del gobernador bonaerense insisten en que “está muy bien” el fallo de Servini; que “la instancia judicial no tenía sentido” y que era “un error garrafal haber llevado la disputa hasta este punto”. Sin embargo, Cristina y La Cámpora reclaman su libra de carne de Kicillof, para presentarlo como el gran derrotado de una interna que terminó disolviéndose.
Axel Kicillof en problemas.
Una vez más fue el senador nacional por la provincia de Buenos Aires, Eduardo de Pedro, quien manifestó: “Me hubiera gustado que Axel se pronunciara a favor de Cristina hasta por una cuestión sentimental, me gusta que estemos juntos. No puedo concebir que esté en otra cosa, me duele y lo veo raro; no le hace bien a él como persona”.
La intendenta de Quilmes, la camporista Mayra Mendoza, celebró también la determinación judicial: “Lo que no se dijo, no se dijo, ya está. Cada uno sabrá. Hoy Cristina es presidenta del PJ y conociendo su capacidad de trabajo y generosidad siempre va a estar esperando que todos los compañeros vengan a aportar y cómo hacemos del PJ una herramienta que nos pueda nuclear, ideológica y sistemáticamente”. En síntesis, Kicillof podría volver, pero de rodillas y pidiendo perdón.
En un acto celebrado días atrás en Ensenada junto al intendente Mario Secco y el presidente del Instituto de Asociativismo y Cooperativismo (IPAC), Gildo Onorato, Kicillof sentenció: “Nuestro pueblo lo que nos pide es que estemos unidos y que en lugar de plantear cualquier tipo de disputa busquemos la unidad y la unidad tiene que estar en la concepción, en nuestros principios, doctrina, en la calle, en la lucha, en la resistencia y en la gestión de gobierno”.
“Nada de internas, de quilombos, sino acompañando a nuestra gente. Si me buscan para una discusión y disputa con el único con el que me quiero pelear se llama Javier Milei. Nunca me van a encontrar contra un compañero o compañera”, concluyó.
Mientras que Kicillof seguía intentando correrse de la interna, Cristina en una conferencia en Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) le reclamó a Kicillof que debería encargarse de hablar con el gobernador de La Rioja para que baje su postulación. El gobernador le respondió recordándole que Quintela “no era” su candidato. Pero el cristinismo insistió en asociar a ambos gobernadores, por lo que ambos terminaron siendo víctimas de la decisión de Servini.
De este modo, Cristina se salió con la suya. Consiguió la presidencia del PJ para alegar que es el peronismo en conjunto y no ella únicamente la víctima de una persecución judicial. Quintela quedó totalmente desacreditado tanto al interior del PJ como en su confrontación con el gobierno nacional, al ser desautorizado dentro de su propio partido. Y Kicillof quedó en crítica situación de gobernanza de su provincia, con una Legislatura que no le responde: el único que le atendió el teléfono el jueves fue el senador nacional por Formosa, José Mayans, viejo lobo de mar que conoce al dedillo los riesgos de darle carta blanca a la ex presidenta.
Asi las cosas, Cristina y Milei fueron los vencedores. El resto la mira por TV. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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