Domingo 01.12.2024 | Whatsapp: (221) 5710138
4 de noviembre de 2024 | Internacionales

Estados Unidos

De Joe Biden a Kamala Harris: Mentiras, promesas y realidades

La administración de Joe Biden ha enfrentado desafíos en su gestión internacional, con crisis que han generado debates sobre su eficacia. Un posible gobierno de Kamala Harris presenta incertidumbres, destacando retos en su liderazgo y experiencia.

facebook sharing button Compartir
twitter sharing button Twittear
whatsapp sharing button Compartir
telegram sharing button Compartir
print sharing button Impresión
gmail sharing button Correo electrónico

por:
Anderson N. Riverol

La administración de Joe Biden, respaldada por el Partido Demócrata y con Kamala Harris como vicepresidenta, ha estado en el centro de la escena internacional desde su inicio en enero de 2021. Con promesas de restaurar el liderazgo de Estados Unidos en el mundo y abordar desafíos internos críticos, han enfrentado una serie de crisis que han puesto a prueba su capacidad de gestión y liderazgo. Este análisis examina su actuación en el ámbito internacional, las principales crisis durante su mandato y considera cómo podría ser un eventual gobierno de Harris.

Reconfigurando el papel de Estados Unidos en el escenario global

Desde el inicio de su mandato, Biden buscó revertir muchas de las políticas aislacionistas de su predecesor. Uno de sus primeros actos fue reincorporar a Estados Unidos al acuerdo de París sobre el cambio climático, demostrando un renovado compromiso con los esfuerzos globales para combatir el calentamiento global. Además, detuvo el proceso de salida de la Organización Mundial de la Salud, reforzando el papel del país en la respuesta mundial a la pandemia de COVID-19.

En materia de alianzas, Biden trabajó para fortalecer las relaciones con aliados tradicionales en Europa y Asia. Reafirmó el compromiso de Estados Unidos con la OTAN y buscó revitalizar el diálogo en foros como el G7 y el Quad. Estas acciones pretendían contrarrestar el ascenso de potencias como China y abordar desafíos globales como la ciberseguridad y la proliferación nuclear.

Sin embargo, estos esfuerzos no estuvieron exentos de desafíos. El anuncio del pacto de seguridad AUKUS entre Estados Unidos, el Reino Unido y Australia generó un conflicto diplomático importante con Francia. La cancelación del contrato de submarinos franceses con Australia dejó a los franceses sintiéndose traicionados. Muchos se preguntaron si, detrás de las promesas de Biden de volver al multilateralismo, el "América Primero" de su predecesor seguía vigente. Este incidente evidenció las complejidades de mantener relaciones diplomáticas sólidas en un mundo multipolar donde cada decisión tiene consecuencias.

Crisis bajo la administración actual

Uno de los momentos más críticos para la administración Biden fue la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán en agosto de 2021. Después de dos décadas de intervención, la operación buscaba poner fin a la guerra más larga en la historia de Estados Unidos. Pero la rapidez con la que los talibanes retomaron el control del país sorprendió no solo a los estadounidenses, sino al mundo entero. Las imágenes de caos en el aeropuerto de Kabul, con miles de afganos intentando huir, pasaron de ser una cuestión política a un momento humanitario angustiante. Para muchos ciudadanos y aliados, quedó la duda sobre si la administración Biden había subestimado a los talibanes o sobrestimado la preparación del ejército afgano.

En respuesta, Biden defendió con firmeza su decisión, afirmando que no había un buen momento para retirar las fuerzas estadounidenses después de veinte años. Pero este argumento no logró acallar las críticas sobre la falta de previsión y la ejecución apresurada. Algunos analistas sugirieron que la retirada dejó en evidencia serias deficiencias en la planificación estratégica y en la coordinación entre las agencias de seguridad.


Kamala Harris busca ser la primera presidenta de los Estados Unidos (Foto: Reuters).

Otra crisis significativa para la administración ha sido el manejo de la situación migratoria en la frontera sur. Kamala Harris, asignada para liderar los esfuerzos diplomáticos en la región, fue duramente criticada por su enfoque. En una entrevista, Harris declaró que la frontera está segura, pero necesitamos más seguridad, lo cual generó desconcierto sobre su posición. Además, su retraso en visitar la frontera fue visto como falta de interés por abordar de primera mano una de las problemáticas más urgentes. Sus comentarios, como "No he visitado Europa tampoco", sonaron evasivos y se percibieron como un intento por minimizar la situación.

La pandemia de COVID-19, a pesar de los avances en la vacunación, siguió siendo un reto. Los cambios en las recomendaciones de salud pública y los mensajes contradictorios del gobierno contribuyeron a la desconfianza de muchos ciudadanos. En un momento dado, Biden llegó a afirmar que Estados Unidos estaba más cerca que nunca de declarar su independencia del virus, solo para ver un aumento de casos poco después. Este tipo de contradicciones no solo afectaron la credibilidad del presidente, sino también la efectividad de las medidas sanitarias.

La economía fue otro frente complicado. Si bien se desplegaron paquetes de estímulo y grandes proyectos de infraestructura, la inflación alcanzó niveles récord, afectando directamente a los consumidores. El costo de vida subió, y muchas familias sintieron el impacto en los precios de bienes esenciales y energéticos. La preocupación sobre si las políticas fiscales y monetarias estaban realmente ayudando a la recuperación se hizo cada vez más evidente.

El panorama de un posible gobierno de Kamala Harris

Kamala Harris, como vicepresidenta, se ha enfrentado a una serie de desafíos que han puesto a prueba sus habilidades políticas. La posibilidad de que asuma la presidencia plantea importantes interrogantes sobre el futuro de Estados Unidos. Harris ha hecho historia como la primera mujer negra y de ascendencia asiática en ocupar la vicepresidencia, lo cual es un logro significativo. Sin embargo, su capacidad de liderazgo, especialmente en política exterior, ha sido motivo de debate.

Como senadora y fiscal general de California, Harris se centró en temas como la justicia penal y los derechos civiles, áreas en las que tiene una experiencia notable. Pero su limitada trayectoria en política internacional deja abierta la duda de cómo enfrentaría situaciones globales complejas. Su gestión de la crisis migratoria y sus apariciones públicas han sido cuestionadas por una falta de claridad y decisión que preocupa a muchos analistas.

Un posible gobierno de Harris podría continuar con muchas de las políticas actuales, pero se enfrentaría a retos adicionales para consolidar su liderazgo y ganarse la confianza tanto del público estadounidense como de los aliados internacionales. Su capacidad para abordar crisis globales, negociar con líderes extranjeros y manejar asuntos de seguridad nacional será clave, especialmente considerando el auge de bloques como los BRICS, el creciente posicionamiento de China en África, la influencia de Rusia en el escenario mundial y el conflicto latente en Gaza, además del complejo escenario en Venezuela tras las elecciones del 28 de julio y las denuncias de fraude por parte de la oposición.

Además, Harris tendría que lidiar con una sociedad profundamente polarizada. Su enfoque en temas de equidad, cultura woke y justicia social podría resonar con algunos sectores, pero también podría alienar a otros, intensificando aún más las divisiones políticas. La eficacia con la que maneje estas dinámicas influirá significativamente en su capacidad para implementar políticas y avanzar en su agenda. Sus decisiones en temas internacionales y en momentos de crisis interna, donde su experiencia ha sido puesta en duda, serán determinantes.


(Foto: Getty Images).

En el ámbito económico, las preocupaciones no son menores. Con una inflación en aumento y problemas en la cadena de suministro, un gobierno de Harris tendría que encontrar soluciones eficaces sin agravar las presiones inflacionarias. Si bien es probable que busque mantener las políticas de estímulo y gasto en infraestructura, muchos temen que estas medidas, sin un enfoque claro y a largo plazo, puedan profundizar los problemas en lugar de resolverlos.

Conclusión

La administración de Biden y Harris ha navegado por un período lleno de desafíos, desde la pandemia hasta conflictos internacionales y crisis migratorias. Si bien han intentado restaurar el papel de Estados Unidos en el escenario mundial y abordar problemas internos, los resultados han sido, en el mejor de los casos, mixtos. Las decisiones tomadas han tenido repercusiones significativas y han generado amplios debates sobre la dirección futura del país.

El posible ascenso de Kamala Harris a la presidencia añade una capa adicional de incertidumbre. Aunque su liderazgo podría aportar nuevas perspectivas y representar un cambio necesario para algunos sectores, existen preocupaciones legítimas sobre su capacidad para manejar las complejidades de la política internacional y los desafíos internos. La falta de experiencia en ciertos ámbitos y las críticas recibidas por su gestión en áreas clave sugieren que un gobierno encabezado por Harris podría enfrentar obstáculos considerables. Para muchos, el desafío será no solo demostrar que puede liderar, sino también asegurar que las decisiones tomadas beneficien al país y logren restaurar la confianza, tanto interna como externa, en el liderazgo estadounidense. (www.REALPOLITIK.com.ar)


¿Qué te parece esta nota?

COMENTÁ / VER COMENTARIOS

¡Escuchá Radio Realpolitik FM en vivo!