Fernando Espinoza opera el ascenso judicial para la esposa de un viejo amigo

En lo que parece ser una jugada para proteger a su círculo íntimo, ý también a sí mismo, el intendente del municipio de La Matanza, Fernando Espinoza, impulsa el ascenso de Laura Mato, esposa de Antonio Pellegrino, un histórico amigo y presunto aportante en sus campañas políticas. Esta maniobra no solo revela las relaciones personales que configuran el poder local, sino que también pone de manifiesto el entramado de intereses entre políticos y operadores judiciales.

Una amistad que va más allá de lo político

Pellegrino, propietario del recordado bar Tokio de San Justo, no es un personaje ajeno a la vida política de Espinoza. El bar, conocido punto de encuentro de la política matancera, ha sido escenario de reuniones con figuras como Federico Russo, Jacinto Aluy, Alberto Balestrini, José Tucci, José De Miguel y, por supuesto, el propio Espinoza. Sin embargo, lo que parecía ser una amena relación de amistad se habría convertido en un vínculo de negocios y apoyo político. Según fuentes cercanas al entorno de Espinoza, Pellegrino habría sido un "aportante histórico" a las campañas del intendente, lo que fortalece su poder en la región.

Laura Mato y Antonio Pellegrino.

Laura Mato, esposa de Pellegrino, ingresó al ámbito judicial en 1991 como meritoria en la Justicia Laboral de Morón y en el año 2000 pasó a desempeñarse en el juzgado Civil y Comercial de La Matanza. En 2009 asumió como jueza de Primera Instancia Civil y Comercial Nro. 1 del distrito. Sin embargo, su carrera judicial podría dar un nuevo giro si la presión de Espinoza consigue posicionarla en un cargo de mayor jerarquía.

Detrás del ascenso

Fuentes del gobierno bonaerense dejaron trascender que la maniobra para conseguir el apoyo necesario para el ascenso de Mato se lleva a cabo a través de contactos en las legislaturas bonaerenses, con la anuencia del propio Axel Kicillof, para la protección de un intendente clave en su carrera presidencial. Esta operación se presenta como un intento de Espinoza por asegurar el control de la Justicia en un momento de vulnerabilidad personal y política.

Laura Mato, la jueza vinculada a Fernando Espinoza.

En ese marco, un allegado al intendente no dudó en comparar la situación con la vivida por otro "amigo" que intentó una jugada similar: "Antonio es un osado, que recuerde qué pasó con la esposa del último amigo de Espinoza", deslizó en alusión a maniobras pasadas que no resultaron como se esperaban.

En este contexto, Espinoza se enfrenta a una creciente presión judicial debido a las denuncias en su contra por abuso sexual. La acusación, presentada por su exsecretaria privada Melody Rakauskas, ha generado una serie de investigaciones que han puesto en duda tanto su capacidad de ejercer funciones como su integridad. A pesar de los intentos de desviar la atención, Espinoza se sigue aferrando a su poder político, utilizando su red de contactos para intentar mitigar las consecuencias de las denuncias.

Sin embargo, no todo es sencillo. "¿No sería mejor que dedique su tiempo a solucionar todos los problemas que tiene La Matanza, y los suyos judiciales?", cuestionan algunos dentro del oficialismo local, que se muestran críticos de las prioridades de Espinoza en un momento tan complicado para su gestión.

Entre escándalos y negocios familiares

Mientras la política matancera se sacude por estas maniobras, Espinoza enfrenta además otros frentes judiciales y mediáticos. Hace solo algunos días, el intendente intentó viajar a Barcelona, pero su solicitud fue denegada por la Justicia debido a la "probabilidad de fuga". La fianza de 10 millones de pesos que depositó su hija, María Eva Magalí, y los vínculos de la familia Espinoza con empresas sospechosas, han disparado alertas sobre el origen de los fondos y la posible utilización de recursos públicos para fines personales.

Pero la familia Espinoza no solo se encuentra inmersa en escándalos judiciales. Tal y como reveló REALPOLITIK, el hijo del intendente, Juan Domingo Tomás, está vinculado a negocios de juegos de azar junto a figuras como Sebastián Mautone, un empresario con fuertes conexiones en el sector de los casinos.

La red empresarial de Espinoza, que incluye a figuras como el ex jugador Carlos Tévez, refuerza aún más la imagen de un entramado que fusiona la política, la Justicia y los negocios privados.

La política como salvavidas

En este complicado escenario, la maniobra para colocar a Laura Mato en un cargo judicial de mayor jerarquía se entiende como un intento de Espinoza por consolidar su blindaje en medio de la tormenta judicial. Esto podría darle aire frente a la presión mediática y judicial, mientras busca salir indemne de los escándalos que amenazan con destruir su carrera política.

Sin dudas, la manipulación de la Justicia en favor de allegados no solo pone en evidencia las prácticas clientelistas de Espinoza, sino que también refuerza el cuestionamiento de sus verdaderas prioridades como funcionario público. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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