Interior
De las pirámides a la innovación
La carrera de Egipto por el liderazgo en el Mediterráneo Oriental
Egipto ha implementado una estrategia basada en megaproyectos de infraestructura y cooperación regional para transformar su economía y consolidar su liderazgo en el Mediterráneo Oriental. Esta visión se encuentra en el núcleo del desarrollo liderado por el presidente Abdelfatah El-Sisi.
Egipto, conocido por ser la cuna de una de las civilizaciones más antiguas del mundo, ha sido testigo de grandes logros históricos, como la construcción de las pirámides y otros monumentos emblemáticos. Inspirado en esta herencia cultural, el país está desarrollando una serie de megaproyectos destinados a revitalizar su economía y proyectar una imagen de modernidad y progreso. Al mismo tiempo, Egipto ha impulsado iniciativas para fortalecer su influencia en el Mediterráneo Oriental, fomentando alianzas y proyectos de cooperación que aseguren su liderazgo en la región.
Megaproyectos de infraestructura: Motor de la transformación egipcia
Uno de los pilares de la visión del presidente Abdelfatah El-Sisi ha sido el desarrollo de grandes proyectos de infraestructura enfocados en mejorar la calidad de vida de los egipcios y proyectar una imagen de estabilidad hacia el exterior. Entre los megaproyectos más destacados está la nueva capital administrativa, una ciudad construida a unos 45 kilómetros al este de El Cairo, que tiene como objetivo descongestionar la capital actual, modernizar la gestión pública y atraer inversiones extranjeras.
La nueva capital administrativa incluye edificios gubernamentales, zonas residenciales y un centro financiero. Sin embargo, se han planteado críticas sobre la carga financiera que implica para el estado, especialmente considerando la situación económica desafiante de gran parte de la población.
Otro megaproyecto relevante es la ampliación del canal de Suez, que busca aumentar la capacidad y la eficiencia del tránsito por una de las rutas comerciales más importantes del mundo. El canal de Suez no solo es una fuente clave de ingresos en divisas para Egipto, sino también un punto estratégico para el comercio internacional. La ampliación del canal pretende consolidar a Egipto como un nodo logístico fundamental y asegurar una fuente estable de ingresos, a pesar de las fluctuaciones económicas globales.
Egipto también ha invertido en proyectos de energía renovable, como el parque solar de Benban, uno de los más grandes del mundo, ubicado en el desierto del Alto Egipto. Con este megaproyecto, Egipto busca diversificar su matriz energética y reducir su dependencia del petróleo y el gas natural, promoviendo un desarrollo más sostenible y atrayendo inversiones en energía limpia.
La lucha por el liderazgo regional en el Mediterráneo Oriental
Además de sus megaproyectos, Egipto ha reforzado su presencia en el Mediterráneo Oriental mediante la diplomacia energética y la colaboración regional. Esta zona se ha convertido en un punto de competencia geopolítica debido a los recientes descubrimientos de gas natural, que han brindado a los países de la región la oportunidad de posicionarse como actores clave en el suministro energético a Europa.
El presidente Abdelfatah El-Sisi afirmó que el Foro de Gas del Mediterráneo Oriental no solo fomenta la cooperación entre los países de la región, sino que también asegura que todos los participantes se beneficien de los recursos compartidos. Egipto ha sido uno de los principales promotores del Foro de Gas del Mediterráneo Oriental, una iniciativa que busca fomentar la cooperación entre los países de la región, coordinar el desarrollo de infraestructura energética y garantizar un suministro estable de gas hacia Europa. Con la creación del Foro, Egipto ha consolidado su papel como líder regional en el sector energético, ofreciendo su infraestructura para el licuado y exportación de gas, y fortaleciendo la cooperación regional.
El liderazgo egipcio en esta iniciativa también responde a la necesidad de contrarrestar la influencia de otros actores que buscan ganar terreno en el Mediterráneo Oriental. Egipto ha establecido alianzas estratégicas con países como Grecia y Chipre, con quienes comparte intereses energéticos y de seguridad, para proyectar una visión de cooperación y estabilidad en la región. Estas alianzas han permitido a Egipto mantener una postura unificada y evitar acciones unilaterales que puedan desestabilizar el equilibrio regional.
El enfoque de Adam Smith sobre la infraestructura pública y su aplicación en Egipto
Los megaproyectos de infraestructura de Egipto pueden analizarse desde la perspectiva del economista clásico Adam Smith, quien en su obra "La riqueza de las naciones" subrayó la importancia del papel del estado en la construcción y mantenimiento de obras públicas que beneficien al bienestar general. Según Smith, el Estado debe encargarse de proporcionar infraestructuras esenciales, como carreteras, puentes y canales, que faciliten el comercio y fomenten el desarrollo económico, especialmente cuando la rentabilidad privada no es suficiente incentivo para los inversionistas.
Parque solar de Benban.
Este enfoque es aplicable a proyectos como la ampliación del canal de Suez y el parque solar de Benban, que tienen un impacto positivo en la capacidad económica del país y en la calidad de vida de los ciudadanos. La ampliación del canal de Suez incrementa los ingresos en divisas y refuerza la posición de Egipto como un importante nodo logístico. De manera similar, el parque solar de Benban contribuye a diversificar la matriz energética y promueve el desarrollo sostenible. Estas inversiones ejemplifican cómo el estado puede desempeñar un papel fundamental en la creación de infraestructura clave, alineándose con la visión de Adam Smith sobre la infraestructura pública como motor del bienestar común.
Megaproyectos y diplomacia energética: Dos caras de una misma estrategia
Los megaproyectos de infraestructura y la diplomacia energética representan dos caras de la misma estrategia egipcia para consolidar su liderazgo regional. Los esfuerzos internos, como la nueva capital administrativa y la ampliación del canal de Suez, buscan proyectar una imagen de modernidad y capacidad de desarrollo que refuerza la legitimidad del gobierno tanto interna como externamente.
Por otro lado, el liderazgo en el Foro de Gas del Mediterráneo Oriental y las alianzas con países clave muestran la capacidad de Egipto para proyectar su influencia más allá de sus fronteras. La diplomacia energética ha permitido a Egipto fortalecer sus lazos con Europa y presentarse como un socio confiable en el contexto de la seguridad energética, un tema crucial para el continente ante las crisis de suministro.
Desafíos y críticas a la estrategia egipcia
A pesar de sus ambiciosos objetivos, Egipto enfrenta críticas sobre su enfoque en los megaproyectos. Algunos sectores han cuestionado la viabilidad económica de proyectos como la nueva capital administrativa, considerando la pobreza que afecta a gran parte de la población egipcia. Además, la carga de deuda y la posible concentración de recursos en estos megaproyectos podrían limitar las inversiones en sectores sociales esenciales. La inversión insuficiente en educación y salud, por ejemplo, podría agravar las desigualdades existentes y limitar el acceso de la población a servicios básicos. El economista PhD de Harvard, Khalid Ikram señaló que el gasto excesivo en megaproyectos ha dejado sectores como la educación y la atención médica en una situación de vulnerabilidad, afectando a los grupos más necesitados. Además, se teme que la falta de financiamiento adecuado en infraestructuras rurales y programas de empleo esté afectando la calidad de vida de los más vulnerables.
En el ámbito de la diplomacia energética, la situación en el Mediterráneo Oriental sigue siendo volátil. Las tensiones por el control de los recursos y las líneas de delimitación marítima representan un riesgo constante para la estabilidad regional. Aunque el Foro de Gas del Mediterráneo Oriental ha servido como plataforma de diálogo, Egipto ha trabajado activamente para fortalecer sus alianzas con Grecia y Chipre, garantizando la cooperación energética y evitando una posible escalada de tensiones, lo cual contribuye a la estabilidad en la región.
Dos emblemas de Egipto: La esfinge y la pirámide.
Conclusión
Egipto apuesta por una estrategia dual que combina el desarrollo interno mediante megaproyectos con la proyección externa a través de la diplomacia energética para consolidar su liderazgo regional. Los megaproyectos de infraestructura, como la nueva capital administrativa y la ampliación del canal de Suez, tienen como objetivo modernizar el país y proporcionar una base económica sostenible. A su vez, el liderazgo de Egipto en el Mediterráneo Oriental, a través del Foro de Gas, refuerza su posición como un actor clave en la región y fortalece sus lazos con Europa en un contexto de creciente preocupación por la seguridad energética.
A pesar de estas ambiciones, Egipto enfrenta importantes desafíos. Las críticas a la viabilidad económica de los megaproyectos y el alto nivel de endeudamiento son preocupaciones relevantes que el gobierno debe abordar. Asimismo, las tensiones geopolíticas en el Mediterráneo Oriental representan un riesgo constante para la estabilidad regional. El éxito de Egipto dependerá de su habilidad para equilibrar sus metas de desarrollo con las necesidades de su población y gestionar eficazmente las complejidades regionales. Con el apoyo adecuado y una estrategia bien equilibrada, Egipto tiene la oportunidad de lograr un desarrollo significativo y consolidarse como un líder regional estable y moderno. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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