Los contratados de Silvina Batakis zafaron de la motosierra y continúan en Banco Nación

La actual ministra de Hábitat y Desarrollo Urbano en el gobierno de la provincia de Buenos Aires, que conduce Axel Kicillof, vuelve a posicionarse en el centro de cuestionamientos por las polémicas decisiones tomadas durante su breve y controvertido paso por la presidencia del Banco de la Nación Argentina. A pesar del cambio de gestión, las consecuencias de la administración de Silvina Batakis aún resuenan, y tanto su exmarido, Héctor Javier Silva, como el resto de sus allegados beneficiados por sus decisiones, siguen cobrando contratos en la entidad financiera.

Nombramientos polémicos y sueldos millonarios

Batakis asumió como presidenta del Banco de la Nación Argentina en 2022, tras su fugaz gestión como ministra de Economía en el gobierno de Alberto Fernández. Desde ese rol, designó a Silva en el área de Sistemas, consolidándolo en planta permanente y asegurándole un puesto incluso después de su salida. Esta maniobra, realizada sin notificar al directorio sobre su vínculo personal, generó malestar interno y abrió un nuevo capítulo de controversias en la entidad.

Paralelamente, la exfuncionaria aprobó sin consulta que la gerente general, María del Carmen Barros, comenzara a percibir un sueldo de 9 millones de pesos mensuales, equivalentes a unos 15 mil dólares en ese momento. La decisión, además de ser unilateral, se tomó en un contexto de crisis económica, lo que desató fuertes críticas internas y públicas.

El caso de Silva no fue el único que llamó la atención. Durante su gestión, Batakis promovió contrataciones que involucraron a familiares y allegados. Entre ellos, se destacó el nombramiento de Juan Pablo Pedemonte, hijo de María del Carmen Barros, en un alto cargo en la casa matriz del Banco Nación. También generó indignación el aval para que Maximiliano Piantanida, amigo cercano de Barros, asumiera como gerente departamental.

María del Carmen Barros nunca se fue: en su momento el gobierno aseguró que había sido despedida tras un pedido de Sergio Massa. Era mentira.

Asimismo, la entidad quedó en el centro de un escándalo por la contratación de Verónica Laura Asad, conocida como “Pitty, la numeróloga”, para dictar un curso de coaching por un monto de 1.800.000, una decisión que fue calificada como improcedente e innecesaria por los empleados del banco.

El exmarido de Batakis, Héctor Javier Silva, blanquea su situación en LinkedIn.

A pesar de las promesas de desvinculación que trascendieron en los medios de comunicación oportunamente, el exmarido de Batakis no es el único que sigue cobrando un sueldo del Banco Nación: al día de hoy, lo mismo ocurre con Pedemonte, Piantanida y María del Carmen Barros.

La Justicia exige respuestas

A un año de su salida, las investigaciones judiciales sobre estas irregularidades siguen su curso. Según supo REALPOLITIK, en octubre de 2024, la Justicia ordenó al Banco Nación entregar información detallada sobre los sueldos percibidos por Batakis y Barros, así como los datos de las contrataciones irregulares realizadas durante la gestión de la exministra.

Tras el escándalo, Axel Kicillof cobijó a Silvina Batakis con un cargo de ministra.

El fallo, impulsado por la diputada de la Unión Cívica Radical, Karina Banfi, subrayó la importancia del acceso a la información pública y desestimó los argumentos de la entidad sobre la confidencialidad de los datos. Entre los puntos cuestionados, destacan los nombramientos en planta permanente, las exorbitantes sumas aprobadas y la ausencia de control interno.

Silva, un historial cuestionado

Antes de su llegada al Banco Nación, Héctor Javier Silva tuvo una sinuosa carrera laboral. Según pudo confirmar este medio, durante varios años y hasta el 2018, trabajó en Televisión Federal SA. En 2019 ingresó en la Cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires, para luego tener un breve paso por la Sociedad Española de Beneficencia Hospital Español.

Por todo ello, su incorporación en el área de Sistemas del Banco Nación generó controversia no solo por su vínculo con Batakis, sino también por no cumplir con el perfil tradicional de las contrataciones de la entidad.

Un legado de polémicas

La gestión de Silvina Batakis en el Banco Nación dejó más sombras que luces, con nombramientos que priorizaron lazos personales y decisiones que desafiaron los límites de la ética administrativa. A pesar de su salida, las consecuencias de sus acciones siguen pesando sobre la institución, mientras el nombre de Batakis se mantiene asociado a uno de los escándalos más significativos en la historia reciente del banco. (www.REALPOLITIK.com.ar)

¿Qué te parece esta nota?

COMENTÁ / VER COMENTARIOS