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El encuentro, que se llevará a cabo mañana en el Salón de Bomberos Voluntarios de Chichinales, tiene como objetivo central debatir la continuidad en el acuerdo con Juntos Somos Río Negro (JSRN), que ha generado las mayores divisiones internas.
Después de meses marcados por fuertes tensiones internas, desafiliaciones y acusaciones cruzadas, la Unión Cívica Radical (UCR) de Río Negro intentará recomponer su unidad en una reunión convocada por la conducción provincial del partido. El encuentro, que se llevará a cabo mañana en el Salón de Bomberos Voluntarios de Chichinales, tiene como objetivo central debatir la continuidad en el acuerdo con Juntos Somos Río Negro (JSRN), que ha generado las mayores divisiones internas.
El radicalismo rionegrino cierra el 2024 con profundas grietas. Por un lado, un grupo crítico dentro del partido ha cuestionado abiertamente el liderazgo del presidente partidario, Pedro Sánchez, llegando incluso a pedir su renuncia y conformando un espacio alternativo para diferenciarse de la conducción oficial.
En tanto, desde la conducción partidaria, los dirigentes han calificado a los críticos como un grupo que "solo se junta a hacer comunicados" y remarcaron que, pese a las diferencias, se los invitó al encuentro para garantizar la representatividad de todos los sectores.
Uno de los puntos más polémicos a tratar será el debate sobre la continuidad del Gran Acuerdo con JSRN. Lo que alguna vez fue un pacto amplio con distintos sectores políticos, hoy es visto como un respaldo de la UCR al oficialismo provincial, algo que el sector disidente señala como una traición a los valores y autonomía del partido.
Desde el "grupo díscolo", las críticas apuntan al supuesto rol subordinado que el radicalismo estaría desempeñando en el gobierno de JSRN, lo que ha generado resentimiento entre militantes y dirigentes locales que buscan recuperar una posición más independiente.
La reunión también incluirá un balance del trabajo legislativo realizado por diputados, concejales e intendentes del partido, así como una evaluación de las acciones de la conducción partidaria. Este balance será clave para medir el impacto de las decisiones tomadas durante el año y preparar el terreno para las elecciones de 2025.
"Es fundamental que todas las voces del radicalismo estén representadas. Tenemos que limar asperezas y fortalecer el partido de cara al próximo año electoral", expresaron desde el oficialismo partidario.
El encuentro en Chichinales se perfila como una instancia crucial para definir el rumbo del radicalismo rionegrino. Con el desafío de superar las divisiones internas y delinear una estrategia conjunta, el partido busca posicionarse como una alternativa sólida en un año electoral que promete ser competitivo.
La convocatoria, marcada por tensiones, también refleja la voluntad de evitar una fractura irreparable y de trabajar hacia un radicalismo más unido. La reunión será un termómetro para medir hasta dónde están dispuestos ambos sectores a ceder en pos de la unidad partidaria. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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