
Municipales
Tras meses de lucha y sin avances significativos en las negociaciones, los empleados salieron a las calles para visibilizar su descontento, utilizando métodos irónicos como la representación del intendente con máscaras durante las protestas.
El conflicto salarial entre trabajadores municipales y el Ejecutivo de Caleta Olivia, liderado por el intendente Pablo Carrizo, suma un nuevo capítulo de tensión. Tras meses de lucha y sin avances significativos en las negociaciones, los empleados salieron a las calles para visibilizar su descontento, utilizando métodos irónicos como la representación del intendente con máscaras durante las protestas.
El Ejecutivo local ofreció un aumento del 20% en dos tramos, una cifra que el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Caleta Olivia (SOEMCO), liderado por Julián Carrizo, considera insuficiente frente a su exigencia de un incremento del 75%. Con los canales de diálogo cortados, los trabajadores continúan con cortes de calles, acampes frente al municipio y volanteadas.
“La canasta básica en la región supera el millón doscientos mil pesos, mientras que un empleado municipal de menor categoría cobra solo 380 mil pesos”, denuncian desde el gremio, evidenciando la brecha entre los salarios actuales y el costo de vida en la región.
En una jornada reciente, los manifestantes sorprendieron con máscaras del intendente Pablo Carrizo, entregando panfletos en tono irónico. Este recurso simbólico busca llamar la atención sobre lo que consideran la indiferencia del mandatario ante sus demandas.
Pese a la prolongación del conflicto, SOEMCO logró revitalizar su lucha al obtener el respaldo de otros sectores gremiales, como ATE y ADOSAC, además de dirigentes de la CGT regional, agrupaciones políticas como el peronismo, la izquierda y la UCR. Este frente amplio de apoyo evidencia un creciente descontento no solo con la gestión municipal, sino también con el gobierno provincial.
El conflicto también divide a los empleados municipales. Por un lado, quienes apoyan las medidas de fuerza lideradas por SOEMCO y, por otro, aquellos que cuestionan la efectividad de las huelgas prolongadas, afectando la unidad del gremio y debilitando la presión ejercida al Ejecutivo.
El enfrentamiento entre el Ejecutivo de Caleta Olivia y los municipales se ha convertido en un problema político que trasciende lo salarial. Con sectores opositores utilizando el conflicto como plataforma para criticar a las gestiones local y provincial, el caso refleja las tensiones económicas y sociales que atraviesa la región. Por ahora, el conflicto sigue sin solución, dejando en evidencia un escenario de desgaste tanto para los trabajadores como para el gobierno. (www.REALPOLITIK.com.ar)
¿Qué te parece esta nota?
MÁS NOTICIAS