La aplanadora detonó las diagonales

Divididos volvió a La Plata, como acostumbra a hacer todos los años, de la mano de las productoras 300 Producciones y El Estudio. Luego de llenar el estadio de Argentinos Juniors, el power trío se guardó unos días para dar este show en la capital bonaerense.

Desde muy temprano, la gente se acercó para tener una previa cerca del microestadio Atenas y escuchar la prueba de sonido.

“Vivo a la vuelta, estaba trabajando y poder escuchar la prueba de sonido es una genialidad. Ojalá me dejen entrar”, decía una vecina.

“Vengo de La Paternal, los Divididos son mi vida, los voy a ver a todos lados”, contaba un pibe con una remera verde de “Narigón del siglo”, disco editado en el 2000 y lleno de hits.

La aplanadora del rock ha tenido una temporada muy activa, con varias residencias en El Teatro Flores, su habitual búnker performático, y en Obras Sanitarias. A esto hay que añadir sus actuaciones en otras ciudades del país. Sin embargo, tras su memorable vuelta a Vélez en marzo del año pasado, Divididos no quiso perder el gusto de tocar en un estadio de fútbol como fue Argentinos Juniors, pero tampoco quería perderse La Plata.

A las 22.00, la banda subió al escenario como siempre, con Ricardo Mollo entrando con su mochila, dejándola a un costado para mirar a Diego Arnedo y a Catriel Ciavarella y así arrancar a tocar los primeros clásicos. Canciones como “Ala Delta”, “El Arriero”, “Paraguay” y “¿Qué ves?” fueron las protagonistas de la noche. No faltaron esas canciones de Sumo y Pappo donde la gente no paró de saltar y corear.

Ellos suenan tremendo como siempre, estos tipos son unas bestias del rock y Ciavarella se mandó un solo de batería de otro planeta. Las pantallas envolvían con imágenes un clima alucinante y la gente no podía creer lo que estaba viendo y escuchando. Divididos es la banda de nuestro rock nacional que nos representa muy bien.

“Amapola del 66” le da un homenaje a nuestra música y mientras Mollo se preparaba para tocar “Spaghetti del rock”, la gente le gritaba tantos “te amo” que Mollo dijo: “Así me desconcentran y me olvido los acordes”.

Volvieron a arremeter con “Salgan al sol”, su cover del clásico de "La Pesada del Rock and Roll". Quedó lugar para más canciones como “Paisano de Hurlingham”, “Vida de topos”, “El 38”, “¿Qué tal?” y “Haciendo cosas raras”. No faltó el gran momento homenaje a la partida del querido Willy Quiroga, cantante de Vox Dei, que había fallecido hace pocos días.

El final, como siempre, fue con Ricardo bajando hacia el público para saludar a todos los que estaban cerca de la valla, recorriendo el escenario y agarrando su mochila, saludando a sus compañeros y retirándose del recinto rápidamente. Dos horas de show fueron suficientes para salir con una dosis de rock a la noche platense.

Divididos ahora cierra el año en el Movistar Arena el 21 y 22 de diciembre. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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