Nuevo capítulo de la guerra en Siria: "El vínculo de Argentina con Israel podría correr ciertos riesgos"

Anderson Riverol comenzó por repasar los orígenes del conflicto, mencionando que el actual presidente sirio, Bashar al-Ásad, heredó el poder de su padre, Háfez al-Ássad, quien llegó al poder en 1970 tras un golpe de estado conocido como el "Movimiento Correctivo". Según Riverol, Háfez gobernó con mano dura, alineándose con la Unión Soviética debido a su postura profundamente antiisraelí.

Al-Ásad padre estuvo en el poder hasta su muerte en 2000, y su hijo, Bashar, asumió la presidencia. Sin embargo, su ascenso fue abruptamente alterado cuando su hermano Basel, quien era el sucesor predestinado, murió en un accidente.

El levantamiento en Siria en 2011, en el marco de la Primavera Árabe, marcó el inicio de un conflicto devastador que no sólo afectó a Siria, sino que extendió sus repercusiones a toda la región. "En 2011 hubo una ola de protestas en el mundo árabe, conocida como la Primavera Árabe. Siria no fue la excepción, y esto desestabilizó aún más el país", expresó el analista.

Los actores internacionales y la intervención extranjera

Riverol profundizó en el papel crucial que juegan las potencias extranjeras en el conflicto. Estados Unidos, en apoyo a los rebeldes, e Irán y Rusia, en respaldo del gobierno de Bashar al-Ásad, han sido actores clave en la evolución del conflicto. Según el analista, "Estados Unidos respalda a los rebeldes, algunos grupos islamistas, mientras que Bashar recibe apoyo directo de Rusia y de Irán, debido a su alineación religiosa".

Por otro lado, destacó que los grupos opositores al régimen, incluidos los respaldados por Al Qaeda y el Estado Islámico, se suman al caos generalizado. "Es una batalla de todos contra todos, con grupos respaldados por distintos actores internacionales como Turquía, Estados Unidos o grupos islamistas", apuntó Riverol.

Además, advirtió sobre la posibilidad de que, en el caso de que el régimen de Bashar caiga, lo que podría surgir sería un gobierno aún más autoritario o extremista. "Lo que se teme es que el Estado Islámico o grupos extremistas logren tomar el control, y el país se convierta en una dictadura aún más radical", comentó.

El impacto humanitario y la situación interna

El conflicto sirio ha tenido consecuencias devastadoras para la población civil. Según el analista, "aproximadamente 6 millones de muertos y desplazados desde el inicio de las protestas en 2011". Riverol subrayó la complejidad de la situación, donde la violación de derechos humanos por parte del gobierno de Assad y los grupos opositores ha generado una crisis humanitaria sin precedentes.

"El gobierno de Bashar al-Ásad no respeta los derechos fundamentales humanos. Los grupos que se oponen a él, sin embargo, también son responsables de la represión y la falta de libertades", explicó Riverol. El dilema es complejo, ya que la ausencia de un gobierno que garantice los derechos humanos podría resultar en una guerra civil aún más brutal.

La postura de Estados Unidos y el contexto internacional

En cuanto a la postura de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, Riverol destacó una diferencia con los enfoques previos. "Trump ha mostrado una línea más negociadora que la que tuvo su predecesor Barack Obama, quien armó a varios grupos irregulares creyendo que eran pro-occidentales, sólo para que la situación empeorara". Según el analista, Trump ha sido más cauteloso, buscando soluciones diplomáticas en lugar de expandir el conflicto.

Sobre la relación de Argentina con Siria y la influencia de su postura en la región, Riverol mencionó que la política exterior de Argentina hacia Israel podría poner al país en un terreno delicado en el contexto de la creciente polarización en Medio Oriente. "El vínculo de Argentina con Israel podría correr ciertos riesgos en este contexto, especialmente con la creciente tensión en la región", alertó.

El impacto en la región y las perspectivas futuras

Finalmente, Riverol reflexionó sobre el impacto regional del conflicto, resaltando que la estabilidad de Siria es clave para la paz en el Medio Oriente. "Desestabilizar Siria afectaría directamente a Líbano e Irak, que ya se encuentran en una situación delicada. Y no podemos olvidar la influencia de Irán", comentó. Sin embargo, también destacó que la salida a la crisis siria sigue siendo incierta, pero existe la posibilidad de que, con el tiempo, se logre una solución pacífica que evite que la región se sumerja aún más en el caos. (www.REALPOLITIK.com.ar)

¿Qué te parece esta nota?

COMENTÁ / VER COMENTARIOS