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La escribanía General de Gobierno de Axel Kicillof, liderada por Paula Sidoti, enfrenta críticas por su pésima atención al público, maniobras ilegales, cuestionamientos sobre su idoneidad y un sueldo millonario que supera al del propio gobernador.
La escribanía General de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, encabezada por Paula Sidoti, no solo enfrenta cuestionamientos sobre el cumplimiento de los requisitos para ocupar el cargo, sino también una crítica feroz de los usuarios por su funcionamiento cotidiano. Según las reseñas en Google, el organismo acumula comentarios negativos que destacan demoras, ineficiencia, maniobras ilegales y una atención al público catalogada como "vergonzosa".
Entre los comentarios más recurrentes, los usuarios señalan que en el organismo "nunca atienden el teléfono", la imposibilidad de gestionar trámites básicos y largas esperas para obtener escrituras, incluso tras años de finalizados los procedimientos.
Una reseña resume la frustración generalizada:
Otros usuarios mencionan que las líneas de contacto no existen o simplemente no funcionan. Mirta Díaz, otra persona afectada, destaca: "Hace un mes intento que me atienda el 0800. Ni por mail responden", mientras que otros directamente acusan al organismo de ser "irrespetuosos y negligentes".
Mientras las críticas se acumulan, este medio supo que Sidoti percibe un sueldo superior al del gobernador Axel Kicillof. Según las bases de datos consultadas por REALPOLITIK, Paula Sidoti cobra más de 2.500.000 pesos mensuales a través del ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, que conduce Juan Martín Mena, cifra que se incrementa a partir de otro ingreso que recibe a raíz de un convenio del Colegio de Escribanos, alcanzando un monto superior a los 4 millones de pesos. Esto supera ampliamente el suelo de Kicillof, que ronda los 3 millones.
A esto se suman las dudas sobre la idoneidad de Sidoti para ocupar el puesto, cuya influencia fue utilizada para incorporar a buena parte de su núcleo familiar en distintas áreas del estado. Según la ley 10.830, quien ocupe el cargo debe estar matriculado como escribano activo, un requisito que la escribana General de Gobierno no cumple. Esta situación ya generó tensiones con el Colegio de Escribanos, donde han expresado su descontento en reiteradas ocasiones.
Con su titular cuestionada y un historial de malas reseñas públicas, la escribanía General de Gobierno enfrenta uno de sus momentos más críticos. Las denuncias sobre el nombramiento irregular de su titular, que se suma a su funcionamiento deficiente y los reclamos por el incumplimiento de sus deberes, dejan en evidencia un organismo que no logra cumplir con su rol clave en la gestión pública bonaerense.
Mientras tanto, las voces de los usuarios y los propios profesionales del sector parecen coincidir: el organismo necesita un cambio urgente para recuperar su credibilidad y eficiencia. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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