
Opinión
Adrián Daniel Morales, abogado y candidato a defensor Ciudadano de La Plata, impugnó a diez competidores por actividad partidaria muy a pesar de su propio historial político y errores formales en su postulación.
El proceso de elección para el cargo de defensor Ciudadano de La Plata, que ya cuenta con 62 aspirantes en carrera, no ha estado exento de polémicas. Entre objeciones cruzadas y denuncias de incompatibilidades, un personaje en particular ha acaparado la atención: el excéntrico abogado Adrián Daniel Morales.
Morales, quien también presentó su propia candidatura al cargo, sorprendió al impugnar a diez de sus competidores bajo el argumento de que éstos realizan actividad política partidaria, algo expresamente prohibido por la ordenanza 7854. Sin embargo, lo llamativo del caso es que el propio Morales podría ser su principal blanco de impugnación, dado su extenso historial de vinculación con la actividad partidaria.
En su presentación, Morales realizó impugnaciones lógicas y otras no tanto. Entre las primeras, acusó a candidatos como Luciana Bártoli, Fernando Gando y Federico Molla de ser afiliados partidarios y, por lo tanto, de no cumplir con los requisitos estipulados para el cargo. Su argumento se basa en el artículo 7º de la ordenanza, que establece que el defensor Ciudadano no puede desempeñar actividad política partidaria.
Pero la posición de Morales resulta, cuanto menos, contradictoria. Según pudo confirmar este medio, Morales ha sido candidato en al menos cuatro oportunidades bajo diversos sellos políticos. Entre otros antecedentes, se postuló como precandidato a concejal de La Matanza por el Movimiento Justicia y Dignidad, precandidato a concejal en La Plata por Unión Celeste y Blanco, y precandidato a diputado nacional por Justicia y Dignidad Patriótica. También aparece vinculado al Partido Anti Corrupción.
Aunque en algunos casos las impugnaciones parecieran lógicas, si se aplica el criterio que Morales utiliza para descalificar a sus competidores, él mismo debería quedar fuera de carrera. No obstante, el abogado ha hecho caso omiso a su propio historial partidario.
Como si esto fuera poco, la presentación de Morales también cometió un error inédito en el proceso: registró una fórmula con dos candidatos para el cargo de defensor Ciudadano, algo que no está contemplado en la normativa.
En el comunicado preparado para los medios, Morales declaró: “La asociación civil P.A.S.E. Por Accesibilidad Sin Exclusión comunica que ha registrado a dos postulantes para el cargo de defensor Ciudadano titular y adjunto”.
Los postulantes son el propio Morales y la productora de radio y televisión Viviana Aguirre. Este anuncio no solo evidencia un desconocimiento de las reglas del proceso, sino que pone en duda la seriedad de su postulación.
A pesar de las polémicas, el proceso de selección sigue su curso. La comisión de Enlace designada por el Concejo Deliberante será la encargada de evaluar las postulaciones y definir una lista final antes de la elección, prevista para el 27 de diciembre. La decisión se tomará por mayoría simple en una sesión especial del Concejo.
Este insólito episodio revela, una vez más, cómo la disputa por cargos institucionales suele verse empañada por intereses políticos y contradicciones. Mientras Morales se presenta como un defensor de la transparencia y los derechos ciudadanos, su propia trayectoria y las irregularidades en su candidatura ponen en entredicho sus verdaderas intenciones.
La elección del defensor Ciudadano debería ser un proceso ejemplar, libre de las inconsistencias y polémicas que hoy lo rodean. Pero, al parecer, en La Plata todo es posible, incluso impugnarse a uno mismo sin darse cuenta. (www.REALPOLITIK.com.ar)
ETIQUETAS DE ESTA NOTA
¿Qué te parece esta nota?
MÁS NOTICIAS