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Cristina Rivadeneira, docente jubilada y afiliada al ISJ, expuso su lucha por obtener los servicios básicos que su hija discapacitada requiere, enfrentándose a una burocracia que, según ella, "se especializa en dilatar soluciones".
La bronca contra el Instituto de Seguros de Jujuy (ISJ) crece día a día debido a la baja en sus prestaciones y la falta de respuestas ante las necesidades urgentes de los afiliados. Cristina Rivadeneira, docente jubilada y afiliada al ISJ, expuso su lucha por obtener los servicios básicos que su hija discapacitada requiere, enfrentándose a una burocracia que, según ella, "se especializa en dilatar soluciones".
Cristina relató que su hija Débora, de 33 años, necesita cuidados especiales debido a su discapacidad. Entre los problemas que enfrenta, destacó la suspensión del pago de cuidadoras, la falta de provisión de pañales desde noviembre de 2024 y la demora en la autorización de medicamentos esenciales.
"El año pasado tuve que iniciar una acción judicial para conseguir una toxina que ayudara en su rehabilitación. Después de meses, apareció el medicamento, pero ya no era útil porque el tratamiento intensivo de tres meses necesario no se pudo coordinar. Esto es un atropello a quienes más lo necesitan", expresó indignada.
Cristina también denunció que debe cubrir con su bolsillo el transporte de su hija, los servicios de las cuidadoras y otros gastos esenciales. "No puedo costear la rehabilitación; estamos paralizados. A pesar de que hice reclamos y presenté toda la documentación, no hay respuesta del ISJ ni del gobernador", señaló.
Rivadeneira comentó que envió una nota al gobernador, logrando que la Secretaría de la Gobernación interviniera con un llamado al ISJ. Sin embargo, esto tampoco produjo cambios. "Es indignante que nadie quiera atenderme, ni siquiera el presidente del Instituto o los legisladores de la Comisión de Salud", agregó.
Ante la negativa del ISJ de otorgar las prestaciones necesarias, la afiliada inició un pedido de habilitación de feria judicial para acelerar el proceso. "Es vergonzoso tener que ir a la justicia para que reconozcan la discapacidad de mi hija y las prestaciones que necesita", lamentó.
Las quejas de los afiliados no son nuevas. Desde acusaciones de cobro irregular de coseguros hasta denuncias sobre el uso indebido de los fondos recaudados, el ISJ enfrenta una crisis de confianza que afecta a miles de familias.
Mientras tanto, los usuarios del sistema deben continuar luchando por derechos que deberían estar garantizados, evidenciando las profundas fallas estructurales en el sistema de salud provincial. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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