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17 de enero de 2025 | Nacionales

Candidaturas 2025

¿Tanques o mulettos?

El escenario político de cara a las elecciones de 2025 plantea dudas sobre si los principales referentes -Karina Milei, Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner- arriesgarán su capital político compitiendo directamente, o si optarán por delegar en candidatos menos expuestos ("mulettos") frente a un panorama cargado de riesgos y desafíos.

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por:
Alberto Lettieri

La dinámica arrasadora de la política no se ha tomado vacaciones en este enero de 2025. Muy por el contrario, la rosca está funcionando a pleno, pero su puesta en escena a menudo resulta engañosa. Tanto Karina Milei, como Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner, parecen actuar en condición de candidatos inamovibles para los comicios del mes de octubre. Sin embargo, no siempre es oro todo lo que reluce.

¿Realmente les conviene presentarse a las elecciones de este año a estos tres referentes de los principales espacios políticos? ¿O es tanto lo que arriesgan que invita a dudar sobre la racionalidad de afrontar el desafío electoral?

Comencemos con la hermana presidencial. Hasta ahora ha sido norma que los candidatos electorales de Javier Milei apenas consiguen superar los 5 puntos en sus mejores desempeños, marcando una distancia estremecedora respecto de su líder. La boleta única de papel potencia la importancia de los candidatos, ya que su rostro se destaca en las boletas respecto del sello partidario. El problema de La Libertad Avanza es que no tiene cuadros con peso propio en ningún lugar del país, por lo que no es dable esperar una buena elección ni en los comicios provinciales, ni en los nacionales. Un involucramiento apasionado del presidente podría mejorar esta falencia, pero también significa el riesgo de aparecer como el gran derrotado en caso de que la apuesta fracase. Y no debe olvidarse aquí que el gobierno presentó a estas elecciones como un plebiscito sobre su gestión, por lo que un derrota contundente plantearía graves problemas de gobernanza para los dos últimos años de su mandato.

El escenario de la provincia de Buenos Aires, sobre todo en los conurbanos, ha sido siempre una barrera para el desempeño electoral de Javier Milei, y nada parece anunciar que en esta ocasión sería diferente. Tirar a los leones a una Karina inexperta en el arte del ejercicio de la palabra pública puede terminar siendo un boomerang: puede arrastrar tras de sí a parte de los votantes de su hermano por portación de apellido, pero la expondrá a ataques de todo tipo, tanto de competidores propios como ajenos, que reinstalarán todos los rumores y especies sobre su relación con su hermano, incluso potencíándolos respecto del pasado.

Habría un solo escenario en el que a Karina le convendría jugar: la confirmación de una derrota previa del Pro a manos de LLA en las elecciones porteñas. Con dirigentes del partido amarillo en fuga desmañada, la conquista del partido que fundó Mauricio Macri quedaría al alcance de la mano. Pero esto no excluye la alternativa de una derrota frente a UxP que, según sea la diferencia, podría resultar letal.

Por el lado de Mauricio Macri la situación es siempre ambigua. En su entorno dejan trascender que no quiere ser candidato, ya que una derrota en cualquier instancia –PASO si es que se mantienen, o elección general-, podría significar el cierre definitivo de su carrera política. Para el ex presidente es mejor dejar la elección en la órbita de su primo Jorge Macri, y presentarlo como la cara visible de una eventual complicación. Macri tiene en claro que no puede abandonar el centro de la escena en este momento, pero ser candidato es una apuesta demasiado arriesgada.

Finalmente queda Cristina, quien consiguió hacerse con el control del PJ nacional en los escritorios. ¿Le convendría ser la referencia de la lista de UxP bonaerense, en un escenario probable de alianza de partidos de centro derecha contra el pan peronismo? Su nivel de descrédito es amplio, tanto hacia afuera como hacia adentro de su propio espacio. ¿Qué costo debería pagar si se hizo con el partido nacional sin competir, y cuando deba hacerlo sale derrotada? ¿No se le achacaría ese resultado a su pésima imagen y a su vocación ilimitada de poder, argumentándose que si las listas hubieran sido armadas por Axel Kicillof, con un amplio colectivo político y social detrás -en lugar de la agencia de empleos de La Cámpora que caracteriza a la ex presidenta- la ecuación hubiera sido muy diferente?

Por ahora todos son interrogantes, que permiten imaginar dos escenarios muy diferentes, uno con los “tanques” en competencia y otro consistente en una simple competencia entre “mulettos”. ¿Qué terminará de definirlo? La elección porteña sin dudas, ya que dejará en claro el sistema de alianzas –o su inexistencia- en el universo de la centroderecha, y cuáles serán las candidaturas y coaliciones electorales para las elecciones nacionales.

Cristina ya mordió el polvo en 2017 al ser derrotada por Esteban Bullrich. ¿Le convendría volver a exponerse ante un 4 de copas que encabece las listas del gobierno nacional?. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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