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El servicio de transporte público en San Salvador de Jujuy enfrenta un severo deterioro, reflejado en las quejas de los usuarios.
El servicio de transporte público en San Salvador de Jujuy enfrenta un severo deterioro, reflejado en las quejas de los usuarios. Mientras en Salta la empresa SAETA implementa mejoras constantes, en Jujuy la realidad de los pasajeros parece retroceder con cada día que pasa.
Vecinos de barrios como Alto Comedero denuncian coches en mal estado, frecuencias irregulares y una gestión municipal indiferente a la problemática. Julio, usuario habitual de la Línea 49 de la empresa Santa Ana, expresó su indignación por la falta de compromiso de las autoridades y de la empresa:
"Es una vergüenza que la Municipalidad permita esto. Los colectivos tienen agujeros, entra agua cuando llueve, y están atados con gomas y alambre. No sé cómo pasan las inspecciones técnicas".
Mientras los jujeños luchan con unidades que se descomponen en pleno recorrido, en la vecina provincia de Salta, los usuarios disfrutan de servicios modernos y eficientes. La empresa SAETA ofrece una tarifa plana, opciones de pago digital, aire acondicionado, conexión WiFi, y accesibilidad para personas con discapacidad. Incluso cuenta con una aplicación que permite seguir los colectivos en tiempo real.
En cambio, en Jujuy, los vecinos deben lidiar con esperas interminables y una pésima gestión del servicio. Julio relató:
"Los colectivos pasan cada 40 o 45 minutos. Si llegan tarde, las unidades van llenas y dejan gente esperando. Esto es supervivencia pura. La gente se desespera".
Jujuy ha crecido significativamente en los últimos años, pero la expansión no parece estar acompañada de mejoras en el transporte público. Julio señaló que las empresas evitan realizar balances y la Municipalidad parece desentenderse de las denuncias:
"El servicio es horrible. Mientras entren los fondos necesarios, a ellos no les importa. La perjudicada es la gente, los usuarios que tenemos que tomar colectivos en condiciones deplorables".
Los pasajeros exigen que se liciten nuevos servicios y que se implementen mejoras que garanticen seguridad y dignidad en el transporte. Sin embargo, los testimonios indican que ni las empresas ni las autoridades han tomado medidas concretas.
En contraste con Salta, donde el transporte refleja un modelo de gestión moderna y eficiente, Jujuy parece atrapado en una crisis que afecta a miles de usuarios diariamente. ¿Hasta cuándo los jujeños seguirán soportando un servicio que solo genera dolores de cabeza? (www.REALPOLITIK.com.ar)
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