
Interior
El analista internacional Gabriel Astrovsky conversó sobre el reciente alto al fuego entre Israel y Hamás, la liberación de rehenes y el rol de los mediadores internacionales en el conflicto. En la entrevista, aclaró que la tensión persiste y advirtió que este acuerdo no representa ni un cese de la guerra ni el comienzo de un proceso de paz.
"El titular de la semana es este alto al fuego logrado gracias a la mediación de Qatar, Estados Unidos y Egipto entre Israel y Hamás, que no es Palestina ni un estado soberano, sino una organización terrorista", inició Gabriel Astrovsky. Explicó que el conflicto comenzó el pasado 7 de octubre de 2023, cuando Hamás perpetró un ataque que resultó en más de 1.100 víctimas mortales y el secuestro de más de 250 personas, de las cuales aún permanecen cautivas 94.
El acuerdo alcanzado, según el analista, tiene un objetivo limitado: permitir la liberación de rehenes a cambio de la excarcelación de presos palestinos detenidos en Israel. "Israel está liberando treinta terroristas por cada civil que Hamás libera, lo que demuestra lo desproporcionado de este 'negocio' para Israel", comentó. A pesar de ello, recalcó que este intercambio no debe interpretarse como un avance hacia la paz: "Esto no es el fin de la guerra ni el inicio de un proceso de paz; es simplemente un alto al fuego temporal con objetivos puntuales".
Astrovsky también explicó que la continuidad del acuerdo depende en gran medida de que Hamás cumpla con los términos pactados, algo que considera incierto dada la naturaleza del grupo. "Israel ya advirtió que, si Hamás incumple, reanudará sus operaciones militares en la Franja de Gaza", sostuvo.
En cuanto al rol de los mediadores internacionales, el analista destacó el trabajo de Qatar, Estados Unidos y Egipto, aunque señaló la complejidad de las negociaciones debido a la falta de contacto directo entre las partes. "Todo se realiza a través de intermediarios, lo que hace que las conversaciones sean más lentas y complicadas", explicó.
Astrovsky también hizo referencia al impacto del conflicto en la política internacional. "Israel tiene buenas relaciones con muchos países, pero tras el ataque del 7 de octubre, algunas naciones optaron por alinearse con la narrativa de Hamás, incluso cuando esta incluyó cifras de víctimas que luego la ONU tuvo que desmentir", afirmó. A pesar de este "enfriamiento" diplomático, señaló que el reciente acuerdo ha permitido recuperar cierto apoyo internacional, aunque el futuro de estas relaciones dependerá del cumplimiento de los términos del alto al fuego.
Finalmente, el analista concluyó subrayando la gravedad de la situación. "Este conflicto está lejos de resolverse. La región sigue en tensión, y mientras el objetivo de Hamás sea la destrucción de Israel, no habrá espacio para una paz verdadera", concluyó. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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