
Interior
Gustavo Michel, un empleado con dieciséis años de antigüedad en la refinería de Shell en Avellaneda, denunció una serie de despidos arbitrarios que, según él, no tienen justificación económica ni operativa. “La empresa está ampliando las plantas para procesar el crudo de Vaca Muerta, pero igual desvincula empleados”, expresó.
Según Gustavo Michel, los despidos comenzaron la semana pasada y afectaron a él y a nueve compañeros más, incluyendo casos de trabajadores en situaciones de alta vulnerabilidad. “Despidieron a una compañera que estaba de licencia médica y a otro compañero cuya mujer estaba internada en el hospital”, relató. También mencionó que entre los despedidos hay empleados que sostienen económicamente a sus familias, abuelos jubilados que reciben la mínima e incluso a otros familiares que necesitan medicamentos.
El trabajador señaló que las desvinculaciones podrían estar relacionadas con reclamos por mejores condiciones laborales. Entre los despedidos se encuentran compañeros que habían solicitado mejoras en las condiciones de trabajo para las mujeres, como un lactario para amamantar. "Es una refinería gigante, y a pesar de eso, no hay un lugar adecuado para que las trabajadoras puedan amamantar", destacó Michel.
Asimismo, denunció que dentro de la empresa se han negado a formar una comisión mixta de seguridad laboral, a pesar de los riesgos asociados al trabajo en una refinería. “Muchos compañeros sufren problemas de salud, como cáncer o problemas de espalda, derivados de las condiciones de trabajo y los equipos obsoletos. Esto está completamente invisibilizado”, aseguró.
En medio de la incertidumbre y el malestar, Michel expresó que el apoyo recibido de otros compañeros, organizaciones sociales, gremiales y vecinos les ha dado fuerza para luchar por la reincorporación. “Nos alienta saber que hay sectores que nos apoyan, como vecinos que también sufren la contaminación de la refinería, docentes y estudiantes que nos acompañarán en la protesta de esta tarde frente a la planta”, afirmó.
Además, mencionó que evalúan acciones judiciales contra la empresa, enfatizando que su objetivo no es una indemnización, sino recuperar su puesto de trabajo. "Tengo cuarenta y cinco años, tres hijos y quiero seguir trabajando para mantener a mi familia", subrayó.
Para Michel, los despidos forman parte de un plan más amplio de precarización laboral que afecta a diferentes sectores. “Es como una reforma laboral encubierta. Quieren tercerizar sectores, sacar el máximo provecho de los trabajadores y achicar costos a costa de nuestras condiciones de vida”, afirmó.
El trabajador finalizó la entrevista con un llamado a la unidad: “La única forma de enfrentar esto es unidos, porque estas políticas de ajuste están avanzando en todos lados. No podemos quedarnos de brazos cruzados cuando empresas como Shell, que no tienen pérdidas y aumentan los combustibles mes a mes, nos tratan como objetos descartables”. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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