
Legislativas
Gabriel Solano, legislador de CABA por el Frente de Izquierda, habló con RADIO REALPOLITIK FM (www.realpolitik.fm) sobre la intención del gobierno de Salta de construir un cerco en Aguas Blancas, localidad fronteriza con Bolivia, un tema que ha generado controversia y preocupación tanto a nivel local como internacional.
El dirigente del Partido Obrero destacó que, más allá de las implicaciones concretas de la medida, la acción del gobernador salteño Gustavo Sáenz tiene un fuerte valor simbólico. "Este cerco es parte de una campaña política que se inscribe en un ataque global a las poblaciones migrantes, una campaña que se originó en Estados Unidos con Donald Trump y que ahora se replica en Argentina", explicó Gabriel Solano.
Para el legislador, la medida no solo refleja una actitud xenófoba hacia los migrantes, sino que también responde a una lógica económica que afecta a las regiones fronterizas. "La economía de frontera, con productos que cruzan de un país a otro, se ve alterada por medidas como estas. Con un tipo de cambio dispar, mucha gente cruza a Bolivia para comprar productos más baratos", añadió.
Solano también señaló que, aunque el gobierno de Salta argumenta que el cerco busca combatir el narcotráfico, considera que ese no es el verdadero problema. "El narcotráfico involucra complicidades mucho más profundas, y esta medida no va al fondo de la cuestión", sostuvo, al tiempo que indicó que el principal impacto sería sobre las comunidades fronterizas, muy integradas entre sí, tanto por razones laborales como sociales.
Por otro lado, el legislador subrayó que el discurso xenófobo que se ha ido extendiendo en los últimos meses, con medidas como la restricción de acceso a las universidades y al sistema de salud para extranjeros, responde a un discurso más amplio que busca desviar la atención sobre los problemas económicos estructurales del país. "Es un clásico discurso que acusa a los migrantes de robarse el trabajo, cuando en realidad el problema es la falta de empleo y la escasez de recursos", afirmó.
Al finalizar la entrevista, Solano reafirmó su postura en contra de las políticas que estigmatizan a los migrantes y resaltó que medidas como la de Salta son parte de un escenario más amplio de ataque a los derechos de las personas más vulnerables.
"Este cerco es un gesto simbólico, pero detrás de él hay una campaña más grande que afecta la vida de muchas personas. Y no podemos quedarnos callados ante eso", concluyó. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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