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El subsecretario de Investigación Criminal de la Nación, Marcelo Romero, dialogó con RADIO REALPOLITIK FM (www.realpolitik.fm) sobre la crisis de seguridad en Argentina y las dificultades para implementar reformas efectivas en la lucha contra el delito.
Durante la entrevista, Marcelo Romero destacó que la seguridad es una problemática que "nos compete a todos" y subrayó la importancia de la inteligencia criminal como herramienta fundamental de prevención. "No hay prevención sin inteligencia. Cuando el estado no la tiene, la hacen los delincuentes", afirmó.
El funcionario cuestionó la falta de políticas claras y continuas en materia de seguridad, denunciando que el sistema penal oscila constantemente entre el endurecimiento y la flexibilización de penas. "Siempre en ese pendulismo ideológico, según quién ocupe transitoriamente los cargos. Mientras tanto, el delincuente observa, ve que discutimos entre nosotros y sigue con sus tropelías", lamentó.
Además, advirtió sobre el aumento de la violencia en la comisión de delitos: "No solo aumenta el delito, sino que se incrementa la violencia, incluso cuando es innecesaria para consumar el robo. Hoy se castiga, se lesiona y se mata sin justificación".
Consultado sobre la responsabilidad política en la crisis de inseguridad, Romero expresó su preocupación por la actitud del gobernador de la provincia de Buenos Aires. "Me preocupa. Veo con mucha preocupación que el gobernador Axel Kicillof no asume una postura explícita contra el crimen. No se trata de ideologías, porque el homicidio y la violación no tienen bandera política", señaló.
El subsecretario insistió en que la primera medida es dejar en claro la postura del estado frente al delito. "Es obligatorio que el gobernador diga: 'Estoy del otro lado del crimen'. Eso no significa violar garantías constitucionales, sino asumir la responsabilidad de perseguir al delincuente con todas las herramientas legales disponibles", explicó.
Romero también cuestionó el manejo que se ha hecho de la seguridad en las últimas décadas, comparándolo con un "experimento social" similar al que vivió el país durante la cuarentena por la pandemia. "Han hecho experimentos con nosotros en materia penal. Hemos tolerado demasiadas pruebas con la criminalidad y las consecuencias están a la vista", afirmó.
Finalmente, se refirió a la necesidad de un debate honesto sobre las reformas legales. "No podemos prometer cambios que luego no se van a concretar por falta de acuerdo político o porque la Justicia los declara inconstitucionales. La gente está cansada de diagnósticos. Quiere soluciones", concluyó. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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