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22 de febrero de 2025 | Nacionales

Escándalo $Libra

La Unión Cívica Radical sigue sumando polémicas y frustraciones

Ya no es novedoso que el radicalismo exhiba fuertes cimbronazos que conmueven su identidad y su historia. Es más, sus últimos capítulos tienen que ver con claros virajes desde su rol opositor hacia una suerte de socio externo de la Casa Rosada que busca una admisión, aunque sea, en el último vagón del tren oficialista.

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Cuando todavía resuenan los ecos de la conducta de los diputados nacionales “con peluca” que votaron a favor de vetos presidenciales para reducir el presupuesto educativo y aumentos para jubilados, parecía que la capacidad de asombro ya se había agotado. Sin embargo, siempre hay una oportunidad de “remake” de esta película.

Esto ocurrió este jueves último, cuando la mitad del bloque de la Unión Cívica Radical en el Senado de la Nación decidió votar contra la constitución de una comisión investigadora para determinar la responsabilidad del presidente Javier Milei en la conocida estafa con criptomonedas o caso $Libra.

Para colmo de males, y para describir una escena de alguna película de los hermanos Marx, uno de los que habían firmado el proyecto para impulsar la comisión investigadora, como es el senador y jefe de bloque, el correntino Eduardo Vischi, luego votó en contra en el recinto. El voto de Vischi fue, además, determinante para hacer caer el proyecto en cuestión.

Volviendo a Groucho Marx, Vischi actualizó la frase favorita: “Si no te gustan estos principios, tengo otros” . Y lo hizo, practicamente, en términos literales.

Junto con Vischi -quien es incondicional del gobernador Eduardo Valdés- votaron también senadores nacionales de Santa Fe y del Chaco, también gobernadas por los correligionarios Maximiliano Pullaro, sobre quien recientemente se descubrió que de joven mató a un amigo con un arma de fuego, y Leandro Zdero. Lo de Zdero no sorprendió, pero la actitud del gobernador Pullaro provocó un desencanto importante entre muchos seguidores del partido de Alem.

Si bien el mandatario había planteado publicamente que no había que ir hacia un linchamiento mediático e institucional del presidente, se suponía que estaría a favor de una investigación que daría todas las garantías de un proceso responsable en la búsqueda de la verdad.

Pullaro venía asomando como un potencial referente nacional manteniendo una autonomía ideológica que diferencie a la UCR de un modelo de derecha que plantean los libertarios. Su figura resultaba simpática hacia quienes nada quieren saber con la Casa Rosada. Y en esa sintonía parecía que todo venía desarrollándose desde la asamblea nacional de militantes del ala más progresista que tuvo lugar en Santa Fe.

Sin embargo, parece que la negativa de Pullaro a investigar a Milei, opacó en demasía su imagen hacia el frente interno partidario. Allí Pullaro deberá mirar a la cara y dar explicaciones a un dirigente histórico como Luis “Changui” Cáceres.

La previa

En la previa, al radicalismo en general, le calzaba la propuesta de una comisión investigadora y no tanto por su etiquetado histórico de realizar una oposición responsable o de practicar una postura intermedia entre la absolución y la condena anticipada. El tema también pasaba por evitar una victimización de Javier Milei y el riesgo de quedar a medio camino, dado que si se alentaba un juicio político hacía falta en el recinto un número de votos y de acompañamientos que, a ojo de bueno cubero, no eran suficientes.


El correntino Eduardo Vischi, sin miedo al ridículo.

Eso si, la investigación iba a ser algo más que una piedra en el zapato del mandatario, sino un show dantesco para las miradas libertarias. Salvando las distancias y las formas, los más decanos imaginarían algo así como la comisión “McCarthy” del Congreso de Estados Unidos. Esta perseguía comunistas, en cambio la comisión investigadora que se pretendía en el Senado buscaba a los autores de una estafa internacional.

Al tope de las frustraciones

Si bien muchos radicales han perdido la capacidad de asombro, la actitud de la mitad de la bancada de senadores radicales de anular una investigación caló muy hondo y en el contexto de similares episodios ocurridos en la Cámara de Diputados, abrió un intenso debate interno de cara al futuro. 

El presente partidario, con la polémica actuación de los legisladores, hizo subir la escala de las frustraciones a la medición máxima. Con una colosal disputa entre sectores internos. Por ejemplo, están aquellos que se entusiasman con recuperar el partido para sus posturas más tradicionales socialdemócratas. Tal vez ganando la batalla en la convención nacional, donde se dará la madre de todas las batallas con la decisión sobre la configuración de futuras alianzas electorales.

Algunos hasta ven como algo posible un escenario de “cisma”, donde ningún sector quiera dar el brazo a torcer y podrían recrear una división donde la pelea por el escudo y la historia sería una de las prioridades.

Otros sectores, relacionado con estamentos juveniles, y tal vez con un dejo de resignación, plantean que hay que refundar al partido, porque ven que las grandes decisiones las están tomando los referentes más derechistas y acuerdistas con los libertarios.

Esto, claro está, se inscribe muy lejos de la posibilidad de una recuperación partidaria puertas adentro. Todas estas posturas se encuentran en permanente disputa y alimentan más el estado de incertidumbre en el centenario partido de Alem e Yrigoyen. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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