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Un trabajador de la cooperativa “Pacha Limpia” fue arrastrado por un arroyo en crecida mientras realizaba tareas de limpieza bajo órdenes del ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Gabriel Katopodis. Siguen buscándolo.
En gran parte del territorio bonaerense, desde hace varios días no para de llover. Pese al fin de semana largo, muchos trabajadores no han cesado su jornada u otros fueron convocados a cumplir sus funciones de igual forma. Uno de ellos fue un trabajador de la cooperativa "Pacha Limpia", de Berazategui, al que se le pidió que fuera a hacer tareas de limpieza en un arroyo en medio del violento temporal e inundaciones.
Pero la desconsiderada petición no sería lo peor que le podía pasar a este obrero. Al presentarse al arroyo de la intersección de avenida Dardo Rocha y Sevilla, en medio de un temporal violento que azotó a toda la provincia, mientras el cooperativista realizaba tareas de limpieza y mantenimiento por órdenes del ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos, a cargo del kirchnerista Gabriel Katopodis, fue arrastrado por el agua y desapareció.
La tragedia, que aún mantiene a las autoridades en vilo mientras buscan al cooperativista, pone debajo de la lupa no solo la gestión actual, sino también un historial de promesas incumplidas y recortes que dejaron a los municipios bonaerenses a merced de las inclemencias climáticas. El trabajador formaba parte de la cooperativa "Pacha Limpia", que según mencionan numerosos medios de comunicación es dirigida por Matías Aguirre, un concejal mussista y figura del Movimiento Evita, quien además ocupa el cargo de director de Mantenimiento en el gobierno de Axel Kicillof. Nuevamente, todo desemboca en Katopodis.
Según un denunciante anónimo que se puso en contacto con REALPOLITIK, los empleados de la cooperativa fueron enviados a trabajar en pleno feriado y bajo condiciones extremas, sin siquiera darles las mínimas garantías de seguridad. "Mandaron a una cooperativa que trabaja para el ministerio de Infraestructura, aún siendo feriado, a Berazategui y un arroyo se tragó un cooperativista y hay otro más desaparecido", se lamentó.
Lo peor es que varios de esos trabajadores no están percibiendo sus sueldos como corresponde porque Matías Aguirre no les está cediendo los pagos. Así lo denunció esta misma fuente: "Aguirre no les pagaba nada y ahora es el director de Mantenimiento". Para agravar aún más la situación de la víctima, el operativo de búsqueda -que involucra a Bomberos, Defensa Civil y Policía- se vio entorpecido por la falta de recursos propios de la municipalidad de Berazategui. Es decir que, en realidad, nadie está buscándolo realmente.
De acuerdo con los medios locales, la Defensa Civil de Berazategui carece de elementos básicos para enfrentar emergencias de este índole, lo que obligó a las autoridades a pedir ayuda al gobierno provincial, a cargo de Axel Kicillof. Este detalle no hace más que resaltar la total desidia en la preparación y equipamiento de los trabajadores que son enviados a limpiar un arroyo en pleno torrencial, como si fueran un rejunte de hojas secas en una boca de tormenta las que generaron las inundaciones en el municipio.
Aunque no sea novedad para los vecinos que sufren las inundaciones cada vez que hay tormentas fuertes, este arroyo desbordado no es un fenómeno aislado, sino que es el resultado de una infraestructura deficiente que lleva años sin ningún tipo de mantenimiento o mejoras. En ese sentido, el gobierno bonaerense es rápido a la hora de apuntar con el dedo y responsabilizar a Nación, a cargo de Javier Milei, argumentando que sus "ajustazos" son los que imposibilitan realizar obras esenciales.
Sin embargo, este discurso se tambalea ante un dato ineludible: muchas de esas obras fueron financiadas, de manera parcial o total, por los vecinos a través de impuestos y tasas durante gobiernos anteriores, incluidos los de Cristina Fernández de Kirchner entre 2007 y 2015.
No es la primera vez que Matías Aguirre y la cooperativa "Pacha Limpia" son eje de polémicas. El año pasado, el intendente Juan José Mussi aprobó una licitación privada por más de 30 millones para contratar a la cooperativa quilmeña con el fin de realizar tareas de corte de pasto en la zona oeste del distrito. Esta cooperativa recibió el contrato a pesar de no estar radicada en Berazategui. La adjudicación reforzó la relación entre Aguirre y el municipio local, que ya en 2016 le había cedido un predio en Ranelagh sin que se registrara actividad visible de la cooperativa en el lugar.
La contratación generó numerosas críticas, ya que el mantenimiento del pasto debería ser responsabilidad del área de Higiene Urbana municipal, financiada con tasas comunales. Además, se cuestionó que una organización vinculada al Movimiento Evita, beneficiaria de millonarios subsidios estatales, reciba fondos adicionales por una tarea que, en teoría, ya está cubierta.
La falta de ética en la adjudicación y el favoritismo hacia Aguirre refuerzan las sospechas sobre su impunidad, protegida por el oficialismo en el Concejo Deliberante, mientras los trabajadores municipales quedan relegado.
A pesar de los millonarios presupuestos destinados a infraestructura en los últimos años, los resultados son escasos, y las inundaciones siguen cobrándose vidas y dejando a los vecinos en la indefensión frente a una simple tormenta. Un fantasma que asusta a la comunidad de Berazategui en estos días es el caso de la inundación de La Plata de 2013, ocurrida bajo la gobernación de Daniel Scioli (hoy funcionario de Milei luego de que "abrazara las ideas de la libertad").
Aquel desastre dejó al menos un saldo estimado de 89 fallecidos y miles de damnificados, en un capítulo que expuso la falta de planificación y la improvisación en la gestión de los recursos hídricos. Más de una década después, la historia se repite en Berazategui aunque esta vez con un trabajador desaparecido, evidenciando que las lecciones del pasado no fueron aprendidas y que tampoco se tradujeron en acciones concretas bajo la gestión de Katopodis y sus antecesores.
Pero la cooperativa "Pacha Limpia" no es víctima de esto ni tampoco es ajena a las controversias que salpican a los principales funcionarios de la provincia de Buenos Aires. En los últimos años, sus trabajadores denunciaron la precariedad de las condiciones laborales, con jornadas extenuantes, salarios irrisorios y una absoluta falta de protección ante riesgos como los que se vivieron este lunes.
El hecho de que Matías Aguirre, una figura política con vínculos estrechos al oficialismo local y provincial, esté al frente de esta estructura pone en evidencia -nuevamente- que las amistades y los contactos correctos son más importantes que la aptitud y formación, y que garantizarse un cargo fuerte en el estado es más importante que lo que se hace con esa función. Mientras, los trabajadores son enviados a tareas de alto riesgo sin los mínimos cuidados necesarios. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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