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La jornada, que comenzó con movilizaciones gremiales e intendentes fuera del recinto, dejó varios puntos de reflexión, tanto en el ámbito político como en el social.
La apertura de sesiones en la Legislatura de Chubut estuvo marcada por un discurso encendido del gobernador Ignacio Torres, quien, durante más de una hora y media, abordó diversos temas con un estilo directo, sin discurso escrito y cargado de chicanas, retos y momentos incómodos para algunos presentes. La jornada, que comenzó con movilizaciones gremiales e intendentes fuera del recinto, dejó varios puntos de reflexión, tanto en el ámbito político como en el social.
Uno de los momentos más emotivos de la exposición fue cuando Torres reconoció la labor de los brigadistas y bomberos, ubicándolos en las primeras filas del recinto. Cada vez que los mencionaba, los aplausos resonaban, aunque no todos compartieron la decisión, ya que la medida dejó a varios miembros del gabinete relegados a las bandejas laterales, lo que causó incomodidad en algunos.
El tono de su discurso se mantuvo firme, y no faltaron momentos de tensión con la oposición. La primera chicana fue para el diputado nacional José Glinski, a quien Torres fingió no conocer, generando un silencio incómodo. Asimismo, el gobernador aprovechó para "facturar" a la bancada opositora, mencionando al diputado Juan País como "por ahora opositor", insinuando un posible cambio de bando hacia el oficialismo.
En otro pasaje, Torres mostró su carácter al advertir que quien fuera sorprendido mirando el celular durante su discurso sería "puesto en evidencia", haciendo alusión a un empresario de medios presente, quien, entre risas nerviosas, intentó esquivar la incomodidad.
La mención más polémica del discurso fue cuando el gobernador se refirió a los docentes. Torres defendió el ítem de "profesionalidad docente", que premia la asistencia a clases, y respondió con dureza a las críticas de los gremios, calificando de "extorsivo" el cuestionamiento hacia la medida. "¿En qué trabajo, si no vas a laburar, cobras igual?", desafió.
El momento más tenso llegó cuando Torres denunció que un sector del gremio lo había denunciado penalmente por una supuesta conspiración en la que Chubut estaría "financiando la guerra en Palestina" a través de un acuerdo con una empresa israelí. "Si quieren defender a Palestina, que se vayan a la Franja de Gaza, acá no los queremos", lanzó, desatando la polémica.
El discurso no solo se centró en las tensiones internas, sino también en el provincialismo. En una clara referencia al año electoral que comienza, Torres remarcó la importancia de contar con representantes en el Congreso que puedan legislar y negociar en beneficio de Chubut. Su intervención reflejó una vez más su estilo descontracturado pero firme, buscando dejar en claro su impronta en la gestión. (www.REALPOLITIK.com.ar)
A medida que los ecos de su discurso siguen resonando, el impacto en la política local parece no tener fin, con un gobernador que, más allá de la polémica, ha dejado claro su estilo directo y sin filtros, buscando consolidar su poder y marcar la pauta para lo que viene.
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