
Pelota dividida
La titular de ANSES en Dolores, Milena Suárez, acalló a un comunicador local que reclamaba por los jubilados y lo echó de la entrada del organismo. La funcionaria es una mujer de confianza de Sebastián Pareja, el dirigente peronista que se convirtió en el armador de Javier Milei en provincia de Buenos Aires.
La titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) en Dolores, Milena Suárez, protagonizó un incidente que desató polémica al intentar acallar a Julio Zarantonello, un comunicador local que reclamaba por la situación de los jubilados frente a la sede del organismo nacional. El hecho, que quedó registrado en videos compartidos en redes sociales, derivó en una denuncia penal y un pedido formal de repudio ante el Honorable Concejo Deliberante de Dolores.
El conflicto tuvo lugar el pasado 10 de marzo en la vereda de la oficina central de ANSES, ubicada en calle Rico, entre San Martín y Belgrano. Zarantonello se encontraba grabando uno de sus habituales videos, en los que denuncia las políticas del gobierno de Javier Milei hacia los adultos mayores.
En esta ocasión, su crítica apuntaba a las jubilaciones "irrisorias" y a la exclusión de quienes trabajaron gran parte de su vida en negro, un sector que, según él, aportó al sistema a través de impuestos pero hoy no percibe beneficios. "Es una injusticia que no puedan cobrar un peso por las políticas poco inclusivas y desconsideradas de La Libertad Avanza", expresó en el video subido a Facebook.
Mientras grababa en la vereda, un espacio público, Zarantonello fue interrumpido por una agente policial que le pidió "amablemente" que se retirara de la entrada. Aunque le pareció inapropiada la solicitud, el comunicador se apartó. Sin embargo, minutos después, fue la propia Milena Suárez quien salió del edificio y le exigió que abandonara el lugar. El momento, captado en video y compartido en redes sociales, muestra la actitud confrontativa de la funcionaria, lo que la víctima calificó como un intento de censura.
Lejos de quedarse callado, Zarantonello decidió llevar el caso a la Justicia y a las instituciones locales. El comunicador presentó una denuncia penal contra Suárez, a quien acusa de "abuso de autoridad" y "censura a la prensa", y elevó una nota formal al Honorable Concejo Deliberante de Dolores. En el escrito, solicita que el cuerpo legislativo exprese "el más enérgico repudio a la actitud patoteril y antidemocrática" de la funcionaria, quien, según él, intentó acallarlo valiéndose de su posición de poder.
En la nota, Zarantonello detalla que el 10 de marzo, "en carácter de comunicador social", se encontraba ejerciendo su derecho a la libre expresión en un espacio público cuando fue interrumpido primero por una agente policial y luego por un joven, ambos enviados -asegura- por Suárez. "Me pidieron que me retire de la vereda, que es un espacio público al que cualquier vecino tiene derecho. Esto es un atropello", afirmó. Más adelante, en el texto, califica el accionar de la titular de ANSES como "demagógico, patoteril, arbitrario, abusivo y antidemocrático", argumentando que viola principios constitucionales como la libertad de expresión.
"Que una funcionaria cuyo sueldo pagamos todos con nuestros impuestos use su cargo para censurar y violentar a un ciudadano es intolerable", escribió Zarantonello, quien no dudó en hacer una comparación histórica: "Ni en la época del proceso en nuestra ciudad se vio que una autoridad provincial intentara acallar abusando de su poder a un medio o a una persona".
Con esta declaración, el comunicador busca poner en perspectiva la gravedad de lo sucedido, en un contexto donde los reclamos de los jubilados son reprimidos con frecuencia, como ocurre cada miércoles en la Ciudad de Buenos Aires, donde las protestas pacíficas terminan con gases y golpes por parte de las fuerzas policiales.
"¿Desde cuándo reclamar en la vereda es un delito?", se preguntó un usuario. Otro comentó: "Así tratan a los que defienden a los jubilados, pero a los de arriba no les importa". Lo cierto es que, más allá del desenlace formal, el incidente expone una grieta profunda entre las autoridades y una sociedad que, en medio de la crisis, no está dispuesta a callarse.
Con estos actos "patoteriles" en su contra, Julio llegó a la conclusión que "al final, la casta éramos nosotros, y ellos son el pueblo". (www.REALPOLITIK.com.ar)
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