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19 de marzo de 2025 | Nacionales

Inevitable

Devaluar

Entre las habilidades de Luis Caputo no aparece el arte de declarar. Absurdamente apareció en una entrevista con Antonio Laje, un rato antes de la apertura de los mercados, para introducirse en un laberinto del que no consiguió salir airoso. Para peor, pareció convalidar que la devaluación, exigida por el FMI, será inminente.

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Después de dos jornadas críticas para el gobierno nacional, en las que el Banco Central de la República Argentina debió vender 474 y 50 millones de dólares el viernes y el lunes pasado respectivamente, para contener la corrida cambiaria que se desató, sus ambigüedades sobre las franjas de flotación que exigiría el Fondo Monetario Internacional y su imposibilidad de definir el monto de un eventual préstamo espantó a los mercados, a punto tal que en el curso de la jornada debió vender otros 200 millones de dólares de los encajes –es decir, de los depositantes, ya que las reservas son negativas por arriba de los 10.000 millones-, con resultado muy decepcionante: el blue escaló por encima de 1.285 pesos, y por encima de él se ubicaron el CCL y el MEP, bien cerquita de los 1.300 pesos, que exigiría el FMI como piso para la franja de flotación, que tendía como techo los 1.600. Anticipando el curso de los otros paralelos, el dólar cripto superó los 1.300 pesos. En la práctica, la exigencia del organismo de crédito internacional implicaría una devaluación del 50 por ciento de la moneda nacional, con inevitable impacto en los precios y los indicadores de inflación en pleno año electoral.

Al desplome de las reservas, el Riesgo País subió a 784 puntos, mientras los bonos en dólares caían por encima del 2,5 por ciento promedio, y las ADR se hundían por debajo del 7 por ciento. Incluso las líderes, como el Banco Galicia o Mercado Libre perdieron más del 5 por ciento.

Ni Javier Milei ni su gobierno son ya lo que eran para el mercado. La estafa de la shitcoin $Libra y su participación indispensable en la movida lo dejaron señalado a nivel internacional, y en las últimas horas un prestigioso estudio de abogados norteamericanos presentó una demanda colectiva en la Justicia de ese país, que lo deja aún peor parado. Por si esto fuera poco, su pretensión de designar por DNU a dos miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y de evitar el tratamiento legislativo de la negociación en curso con el FMI puso en la mira la cuestión de la seguridad jurídica en la Argentina. Y ni qué decir de la represión criminal ante los desmanes provocados por las fuerzas del orden el miércoles pasado, que dejaron en claro que la ficción del consenso ante el “ajuste más grande de la historia” no era más que una bravuconada.

Esta tarde tendrá lugar una nueva jornada determinante con la marcha de los jubilados, esta vez acompañados por partidos políticos y organizaciones sociales, en la que el gobierno considera redoblar la represión y cerrar los accesos a los manifestantes. En la práctica, un estado de sitio como el que imaginó Patricia Bullrich, pero sin sanción oficial.

Con derechos civiles cancelados, al interior del Congreso deberán tratarse temas clave como el DNU que autoaprueba el acuerdo con el FMI, al día de hoy inexistente y el caso $Libra, entre otros temas de vital trascendencia para nuestra sociedad. Los mercados están atentos y voraces: saben que es el momento de migrar al dólar y desprenderse de pesos que serán inservibles a corto plazo. Lo quiera o no el gobierno, la devaluación es inminente e inevitable. Un plan que sólo perseguía la transferencia de recursos hacia los más acomodados se está desplomando. El temor, en tanto, subsiste hacia lo que vendrá, y cuánto daño demandará a los argentinos. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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