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Tras el fracaso electoral en Santa Fe y las dudas sobre su liderazgo, Karina Milei baraja impulsar a la excamporista Leila Gianni como candidata a senadora en la tercera sección para enfrentar a Cristina Fernández de Kirchner, en una jugada que expone las tensiones internas de La Libertad Avanza y su incierto rumbo hacia 2027.
El pésimo desempeño en las elecciones de Santa Fe de la lista de La Libertad Avanza (LLA) dejó expuesta a Karina Milei y su estrategia de presentación del flamante partido como alternativa política independiente a lo largo de la geografía nacional. Cuchicheando sin animarse a levantar la voz, son muchos los que, en la Casa Rosada, desacreditan la capacidad de la hermana presidencial para asumir una tarea tan decisiva, en línea con las declaraciones privadas de Patricia Bullrich que tomaron estado público: “No sabe nada de política”.
El fracaso en la primera prueba del año inmediatamente jugó a favor de Santiago Caputo, en la constante competencia que sostiene con “El Jefe”. El “Mago del Kremlin” fue corrido y ninguneado en la campaña electoral y, si bien esa situación no cambió, para muchos el panorama hubiera sido muy diferente en el caso de que él se hubiera hecho cargo de la jefatura de la tarea.
Obligada a afrontar las próximas etapas de la competencia electoral, Karina Milei piensa en atraer a los disconformes con el cristinismo promoviendo la candidatura de la exdirigente de La Cámpora, Leila Gianni, como senadora por la tercera sección electoral, para el caso de que finalmente Cristina Fernández de Kirchner decida competir por esa banca. Actualmente, Gianni se encuentra involucrada en un escándalo, luego de que este medio descubriera que utilizó su posición de poder para lograr una jubilación exprés para su padre.
Desde hace un tiempo Gianni, desde su base en La Matanza, viene desplazándose activamente por los territorios de intendentes peronistas, denunciando su mala gestión y el abandono de los barrios. Claro está que se encuentra en problemas para sostener ese guión, ya que constantemente se le recuerda que el topo que vino a destruir el estado no es otro que Javier Milei, por lo que le resultaría muy difícil sostener un discurso de reivindicación de la función social del estado cuando su nuevo jefe lo ha convertido en uno de los principales objetivos a demoler.
La excamporista ha sabido establecer una relación directa con Milei, aunque en términos del armado político de la campaña quedó bajo la jefatura de Sebastián Pareja, otro kirchnerista que se convirtió en el principal armador de Karina en la provincia de Buenos AIres. Hasta ahora Pareja venía sosteniendo que sería él quien confrontara como cabeza de lista contra la expresidenta, pero ahora Karina parece haber sacado un nuevo conejo de la galera: si Cristina se presenta, pretende confrontarla con una astilla de su propio palo.
No parece resultar una decisión muy inteligente ni pragmática desautorizar al armador de la provincia y relegarlo del primer término de la lista electoral en plena campaña. Pero Karina es "El Jefe" y nadie se atreve a contradecirla en público. Aunque en privado las cosas sean muy diferentes.
Detrás de la contienda de este año pocos son los que ocultan que el verdadero interés reside en el posicionamiento de cara a la disputa por la gobernación en 2027. En el caso del peronismo, la mayoría de los intendentes evalúa presentar una candidatura testimonial en sus distritos, para instalarse en la línea de largada de las elecciones que tendrán lugar dentro de dos años. En el espacio indefinido que reúne a LLA y a referentes y exreferentes del Pro, ya Diego Valenzuela se ha anotado; mientras que Diego Santilli suena como posible cabeza de la lista de senadores por la primera sección electoral. Cristian Ritondo y Guillermo Montenegro, de fluido trato con Karina, se inscriben también entre los pretendientes. El intendente de 25 de Mayo, Ramiro Egüen –uno de los pocos cuadros políticos de LLA-, evalúa presentar una candidatura testimonial para tratar de proyectarse a la gobernación en 2027. Por su parte, Carolina Píparo aspira a la intendencia de La Plata,
En el actual estado de conflicto entre el kicillofismo y el cristinismo, las elecciones provinciales se han convertido, para muchos, en un trampolín para proyectarse a la gobernación. Desde la oposición se sueña con una derrota del oficialismo en caso de marchar dividido, por lo que un buen desempeño electoral podría colocar a los pretendendientes en inmejorable situación de cara a los comicios de 2027. Tanto es así que esas pretensiones en conflicto podrían llegar a perjudicar la cohesión de una eventual alianza entre LLA y cuadros del Pro.
Por donde se mire, la atomización y el “fuego amigo” son las características principales de la política bonaerense por estos días. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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