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El dirigente de Política Obrera, Marcelo Ramal, dialogó con RADIO REALPOLITIK FM (www.realpolitik.fm) y analizó el presente político y económico del país bajo el gobierno de Javier Milei. Con fuertes declaraciones, caracterizó al presidente como la expresión de un “fascismo patético” y advirtió sobre el trasfondo económico del acuerdo con el FMI.
“El lenguaje violento desde el poder político es un signo inocultable de fascismo, es decir, de tratar de resolver los conflictos sociales por la vía de la guerra civil”, alertó Marcelo Ramal. En ese sentido, sostuvo que la violencia verbal que ejercen Javier Milei y su entorno —con ataques a periodistas, opositores y hasta a sectores aliados— “es un adelanto, al menos en grado de tentativa, de una violencia política más general”.
No obstante, el economista y referente de la izquierda destacó que el proyecto oficialista carece de sustento social: “Lo de Milei es un fascismo patético porque no logra construir una base de masas reaccionaria ni siquiera tiene un aparato electoral propio. Por eso necesita comprar voluntades políticas, como quedó en evidencia con el uso de recursos del PAMI y la ANSES”.
En relación al escenario económico, Ramal fue categórico: “El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) fue un rescate político, como el que hicieron con Mauricio Macri, pero no resolvió la crisis. El gobierno improvisa salidas para evitar una nueva devaluación, porque los dólares no están entrando”. En esa línea, consideró inviable la propuesta del ministro Luis Caputo de incentivar el uso de dólares en el colchón: “Es una medida desesperada que intenta recomponer reservas, pero la cosecha no liquida al tipo de cambio actual”.
Sobre el reciente paro del transporte, que tuvo impacto nacional, Ramal lo definió como “el retrato más claro de la crisis argentina”. “Los choferes no pueden vivir con un salario de 1.200.000 pesos y para que cobren lo necesario, los empresarios dicen que el boleto tendría que valer 1.500 pesos, algo inviable con el nivel salarial actual. Esta situación expone el carácter confiscatorio del ajuste”, explicó.
Finalmente, se refirió al trasfondo político de los ataques del gobierno a la prensa: “Además de intentar desviar el eje de la crisis social, los ataques al periodismo anticipan un intento de censura. Es el intento de aplicar un ajuste brutal con medidas de excepción”. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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