
Judiciales
A espaldas de la gente, Javier Milei y Cristina Fernández de Kirchner sellaron un pacto político para frenar la ley de Ficha Limpia y blindar a Karina Milei frente a las interpelaciones e investigaciones por la estafa de la criptomoneda $Libra, priorizando la impunidad sobre la transparencia.
La caída del proyecto de Ficha Limpia en el Senado de la Nación Argentina no fue un accidente ni un error de cálculo: fue parte de un pacto político tan cínico como funcional entre Javier Milei y Cristina Fernández de Kirchner, con un objetivo claro y común: blindar a Karina Milei y evitar que la norma pusiera en jaque a líderes con prontuarios pesados, como la exvicepresidente.
El acuerdo, que comenzó a gestarse a puertas cerradas durante la causa de la criptomoneda $Libra, fue articulado a través de reuniones privadas entre Martín Menem, Santiago Caputo y Eduardo "Wado" de Pedro, según confió uno de los involucrados a este medio. La exigencia de Cristina fue sencilla y tajante: Ficha Limpia no debía aprobarse. Y Milei, lejos de oponerse, asintió en silencio con un simple objetivo: cuidar a “El Jefe”.
¿Por qué? Porque Karina Milei, la hermana del presidente y secretaria General de la Presidencia, figura como una de las principales apuntadas en la investigación por el escándalo internacional de $Libra, una criptomoneda impulsada por el propio Milei en sus redes sociales, cuyo presunto fraude ya activó causas judiciales no solo en Argentina sino también en países como en Estados Unidos.
Hace unas horas publiqué un tweet, como tantas otras infinitas veces, apoyando un supuesto emprendimiento privado del que obviamente no tengo vinculación alguna.
— Javier Milei (@JMilei) February 15, 2025
No estaba interiorizado de los pormenores del proyecto y luego de haberme interiorizado decidí no seguir dándole…
Según trascendió durante las últimas horas, Javier y Karina Milei deberán enfrentar una audiencia de mediación judicial impulsada por 26 inversores internacionales que aseguran haber sido estafados por un monto cercano a los 4,5 millones de dólares con la criptomoneda. La audiencia es el paso previo a una causa por daños y perjuicios, pero otra investigación penal ya está en marcha, donde se los vincula a delitos como estafa, tráfico de influencias, abuso de autoridad y cohecho. La fiscalía ya pidió levantar el secreto fiscal y bancario de los Milei.
En este contexto, el temor del gobierno libertario era que Karina, cuya exposición mediática se limita a algunas breves y erráticas apariciones en escenarios, fuera llamada a interpelación o indagatoria pública. “Antes de ser funcionaria, vendía tortas y leía el tarot. Su fuerte no es, precisamente, hablar en público”, ironizó un legislador libertario ante este medio.
El operativo para frenar Ficha Limpia se completó en el Senado con el sorpresivo cambio de postura de los legisladores de Misiones, Carlos Arce y Sonia Rojas Decut. El viernes pasado, el propio Carlos Rovira, cuya provincia ha sabido esquivar la crisis impuesta por los libertarios con elevado éxito, reconoció en un acto político que Javier Milei le pidió personalmente el favor: “Yo les ordené votar en contra. Hay que darle gobernabilidad al presidente”, dijo sin tapujos.
La confesión fue ratificada por Adolfo Safrán, ministro de Hacienda misionero, quien confirmó que el objetivo era “dar gobernabilidad a Milei” y frenar una operación del Pro que, según él, buscaba proscribir a Cristina Fernández de Kirchner y posicionar a Silvia Lospennato en la Ciudad de Buenos Aires. “Ficha Limpia fue una jugada del macrismo para marcarle la agenda al gobierno”, escribió. Colateralmente se beneficiaba, de este modo, a otro libertario: el vocero devenido en candidato porteño, Manuel Adorni.
Lo cierto es que el resultado final fue el deseado por ambos extremos de la grieta. En nombre de la gobernabilidad, se blindó la impunidad. A La Libertad Avanza y a La Cámpora no los unió el amor ni el espanto, sino la mera subsistencia.
Así, mientras Milei asegura querer "meterle el último clavo al cajón del kirchnerismo" y Cristina se muestra indignada por las medidas del oficialismo, ambos comparten algo más que su ambición por el poder: el interés de protegerse a sí mismos y a sus círculos íntimos a cualquier precio.
Por ello, el pacto sellado en tiempos de la criptoestafa de $Libra es solo la punta del iceberg de una convivencia silenciosa que promete más capítulos y que tiene como principales interlocutores a De Pedro, Caputo y Menem. Vale destacar que REALPOLITIK intentó consultar a este último sobre el tema pero no obtuvo respuestas.
Mientras tanto, los argentinos siguen esperando por una política que no esté al servicio de las corporaciones, los favores cruzados y la eterna impunidad. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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