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El secretario General de Vendedores Libres, Omar Guaraz, dialogó con RADIO REALPOLITIK FM (www.realpolitik.fm) y apuntó duramente contra los operativos judiciales en el polo comercial de La Salada, que definió como “un atentado al trabajo nacional”.
“Quiero enviarle un saludo a los trabajadores de La Salada, que literalmente fueron robados. Se llevaron todo de manera desprolija y nunca van a recuperar esa mercadería”, aseguró Omar Guaraz, visiblemente indignado por los recientes operativos policiales.
Según el dirigente gremial, La Salada es mucho más que un lugar de venta de ropa: “Es el sinónimo de la economía informal en la Argentina. Es trabajo argentino. Trabajo de los talleres que hacen la ropa y de la gente que luego la va a comercializar. Allí también revenden los negocios minoristas, los manteros, los carreros, los taxistas. Es un ecosistema de trabajadores excluidos del sistema formal que permite que, en un país empobrecido, muchos argentinos puedan vestirse dignamente”.
Guaraz fue tajante al cuestionar al gobierno nacional: “Hoy estamos con un gobierno antitrabajador, que toma decisiones en contra del trabajo de los argentinos. Lo que está ocurriendo con La Salada y con los manteros es un claro ejemplo”.
En ese sentido, denunció la existencia de un documento que estaría circulando entre organismos oficiales: “Hay un paper público que señala que la embajada de Estados Unidos le pidió al gobierno nacional el cierre definitivo de La Salada. Las grandes marcas se quejan de la pérdida de ventas. Y Argentina, que es un país abierto a las importaciones, les está haciendo el juego”.
Asimismo, Guaraz se refirió a la problemática de las falsificaciones: “La réplica de marca es un delito federal y no lo voy a defender. Pero hay una realidad: el que compra sabe lo que compra. El mensaje de estos operativos es claro: quieren atemorizar y disuadir a cualquier argentino de vender productos textiles nacionales”.
Respecto al accionar judicial, fue muy crítico con el rol de los fiscales: “Cuando las causas empezaron a depender de los fiscales, perdieron control. Hacen acciones judiciales que no tienen como fin castigar la falsificación, sino perseguir al laburante, al que invierte su capital, alquila un local y trata de ganarse la vida dignamente”.
Por último, desligó de cualquier defensa a los empresarios cuestionados judicialmente: “Que investiguen a Jorge Castillo, a Antequera, a quien sea. La justicia tiene herramientas para hacerlo. Pero lo que no puede ser es que por eso terminen reventando a la gente que trabaja, a los que compran para revender. Es un ataque contra la producción y el trabajo argentino”. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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