Conflicto en Secco SA: "Quieren desmantelar el sector para quebrar la organización sindical"

“Hoy somos treinta familias en la calle. Somos un sector que sale a trabajar en los momentos más catastróficos de las ciudades: inundaciones, incendios, tormentas o apagones como los que hubo en La Plata o Capital Federal”, expresó el operario, quien además explicó que su tarea tiene un fuerte componente social. “Llevamos energía a donde otros no llegan, mejoramos la calidad de vida de la gente. Nos sentimos parte de un rol social que fuimos construyendo con los años”, afirmó.

La empresa tiene presencia en distintas provincias argentinas y también en países vecinos como Chile, Uruguay y Brasil. No obstante, según el testimonio de Juan José Luis, “hoy maltrata y discrimina a sus trabajadores”. En concreto, denunció una política de persecución sindical: “Nos discriminan por el hecho de agruparnos en una organización de base para reclamar cosas tan básicas como un baño. El ataque es hacia los trabajadores organizados”.

El predio en cuestión está ubicado en San Martín, en una central que genera electricidad a partir del biogás producido en el relleno sanitario de Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (SEAMSE). “Hace un año desmantelaron otra planta igual en Ensenada, donde despidieron a siete compañeros. Ahí empezó nuestra lucha”, recordó.

Desde su perspectiva, la avanzada empresarial no se reduce a un recorte presupuestario, sino a un intento por eliminar el convenio colectivo 36-75 del gremio Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza. “Quieren reemplazarlo por convenios más baratos y flexibles, hechos a la medida del empresario. Pero nuestro trabajo es de alto riesgo, requiere condiciones específicas. No se trata solo de la vida del operario, puede estar en juego un barrio entero”, advirtió.

También vinculó los despidos a las recientes reformas impulsadas por el gobierno nacional: “La ley Bases le dio a las empresas una mano de obra más barata, precarizada. Crearon la crisis para abaratar los costos laborales”.

Finalmente, expresó que la lucha continuará: “Pedimos la reincorporación de los despedidos y que la empresa cese su actitud hostil. Nos persiguen con cartas documento ficticias y sanciones inventadas. No se trata solo de un ataque laboral, sino de una falta de respeto al trabajador y a su historia”. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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