Radicales en la cuerda floja: La UCR neuquina busca unidad a contrarreloj

A cinco meses de las elecciones legislativas, la Unión Cívica Radical de Neuquén atraviesa un clima de incertidumbre, tensiones internas y definiciones postergadas. El 16 de junio será el “Día D” para el partido centenario: se espera que sus principales referentes finalmente convoquen a internas para definir candidaturas. Sin embargo, la posibilidad de una lista única y un acuerdo de unidad aún parece lejana.

Tras la fallida Convención Provincial realizada el pasado 10 de mayo en Zapala —donde no se lograron consensos ni sobre alianzas ni sobre nombres—, la UCR se ve obligada ahora a tomar decisiones clave: si convoca o no a internas y si sella o descarta una alianza con el oficialismo provincial nucleado en el Frente Neuquinizate del gobernador Rolando Figueroa.

La demora en los procesos internos generó el llamado de atención de la justicia federal. La jueza Carolina Pandolfi, con competencia electoral en la jurisdicción patagónica, reclamó semanas atrás que los partidos convoquen formalmente a elecciones internas, en cumplimiento del calendario electoral de cara al 26 de octubre.

Fuentes del radicalismo neuquino reconocen que la convocatoria es casi un hecho por exigencia legal, pero el rumbo que tomará el partido aún es incierto. “Calculo que la jueza aplicará normas y pedirá convocar. Luego, si hay fumata blanca, unidad o acuerdo de rumbo es otro tema”, confió a La Tecla Patagonia una fuente partidaria. “Yo estaré del lado de la legalidad como hombre del derecho, y haré lo que menos daño implique para el partido”, agregó.

Por detrás del debate jurídico y organizativo subyace un dilema estratégico: ¿debe la UCR sumarse al armado oficialista o mantener su independencia frente a un mapa político que, en Neuquén, parece inclinarse hacia el frente provincial y La Libertad Avanza?

El PRO ya confirmó su participación en el espacio liderado por Figueroa, lo que pone más presión sobre los radicales, que arrastran internas no resueltas y una dirigencia fragmentada.

Mientras tanto, el electorado espera señales claras de una fuerza que supo tener peso propio y hoy parece atrapada entre la inacción, la falta de cohesión y la amenaza de irrelevancia. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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