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Sergio Polidoro, delegado en la planta de Lácteos Verónica en Clason, Santa Fe, dialogó con RADIO REALPOLITIK FM sobre la compleja situación laboral y económica que atraviesan los trabajadores del sector, con sueldos impagos, falta de insumos y un futuro incierto, mientras la empresa acumula millonarias exportaciones.
“La situación viene desde hace años. En 2017 nos plantearon una supuesta crisis financiera y empezamos a cobrar el sueldo en partes. Después, antes de la pandemia, intentaron pedir un preventivo de crisis, pero el ministerio de Trabajo descubrió un desvío de fondos por 490 millones de dólares. La pandemia fue un récord de producción, llegamos a procesar 1.300.000 litros diarios. Ahí los sueldos se regularizaron, pero apenas terminó, volvimos a lo mismo”, explicó Sergio Polidoro.
El delegado detalló que actualmente les adeudan entre un 35 y 40 por ciento del salario de abril, a pesar de estar ya en junio. “No tenemos insumos, deben a los proveedores y los tambos se están yendo porque les pagan a 90 días. Es insostenible. A un compañero se le cortó la prepaga y casi pierde a su hija con leucemia. Todo tiene un límite”, aseguró con dureza.
Polidoro denunció que los dueños de la empresa, pese a registrar exportaciones por 120 millones de dólares en los últimos cuatro años, no ofrecen soluciones concretas. “La semana pasada vino uno de los propietarios, Alejandro Espiñeira, y nos pidió que sigamos trabajando mientras veían cómo podían pagarnos. Una locura. Trabajamos, hicimos lo que pidieron, y no nos pagaron”, relató.
Según el delegado, son más de 670 trabajadores los afectados en las tres plantas que tiene la firma (Clason, Lehmann y Suardi), además de los centros de distribución. “Hoy tenemos apenas 200 mil litros de leche para abastecer a todas las plantas. No hay un plan. En la última audiencia con el ministerio de Trabajo mandaron a un abogado que no sabía nada y la única propuesta fue postergar el pago del salario de abril hasta el 11 de junio”, lamentó.
Respecto al accionar del estado, Polidoro se mostró crítico: “Hace más de tres meses pedimos audiencia por el tema de las prepagas y nunca nos respondieron. La empresa, en cambio, pide audiencia un jueves a las 8.00 de la mañana y a las 9.30 ya tiene citación. Claramente el estado está jugando en contra de los trabajadores”.
Por el momento, los trabajadores decidieron reducir la medida de fuerza a cuatro horas por turno hasta el 11 de junio, esperando una respuesta. “No queremos perder la fuente de trabajo. Estamos dispuestos a dialogar, pero necesitamos propuestas reales. Mientras tanto, Atilra nos está ayudando con bonos de comida y acompañamiento. No es solo lo económico, es emocional. Estamos al límite”, cerró. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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