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Ante la inminente confirmación judicial de sus condenas, Cristina Fernández de Kirchner se prepara para cumplir prisión domiciliaria en una quinta del conurbano, en un operativo liderado por Mariano Recalde que busca emular el exilio estratégico de Juan Domingo Perón en Puerta de Hierro.
Según trascendidos políticos y periodísticos, la Justicia estaría a punto de confirmar la condena de Cristina Fernández de Kirchner y su traslado a un penal sería inminente. Mientras tanto, Javier Milei se esconde en Europa y Axel Kicillof emerge como el nuevo jefe del peronismo, aunque, como siempre, no por mérito propio.
Cristina estaría organizando su retiro final de la política para radicarse en una quinta del conurbano bonaerense, misión que le fuera encomendada al miembro del Senado de la Nación Argentina, Mariano Recalde. No se trata de una mudanza cualquiera: se prepara para fijar domicilio en una propiedad especialmente seleccionada, en el marco de una inminente prisión domiciliaria. El paralelismo con Juan Domingo Perón y su exilio madrileño en Puerta de Hierro no es casual. La exvicepresidente —afirman en su círculo íntimo— busca resistir desde las sombras, desde donde pergeñará su última jugada política en busca de una reivindicación.
Todo comenzó a correr con fuerza durante el fin de semana y en las últimas horas Eduardo Feinmann dio a conocer la versión en su programa: la Corte Suprema estaría a punto de confirmar dos condenas firmes contra Cristina, lo que la convertiría automáticamente en una persona detenida a disposición del tribunal.
El operativo judicial ya tendría fecha. El martes, Cristina sería trasladada primero a una unidad penal —presuntamente la de mujeres en Ezeiza—, donde pasaría al menos una noche. Allí se haría el trámite para habilitar la prisión domiciliaria, y la exmandataria fijaría residencia en una quinta del conurbano. De confirmarse, no sería candidata a nada.
Los intendentes especulan, La Cámpora se repliega y el gran ganador del momento es Axel Kicillof, que logra consolidarse como el nuevo jefe del espacio aunque no por mérito propio sino por pura casualidad. Sin embargo, el nuevo liderazgo viene con costos: el gobernador queda en el centro de la escena y, como en todo crimen, el principal beneficiario de la maniobra se convierte en uno de los sospechosos.
La posibilidad de un desenlace judicial para CFK siempre estuvo latente. Mauricio Macri no se animó y Alberto Fernández nunca lo hubiese hecho por motivos partidarios. Lo cierto es que la Justicia estaba esperando el momento y ese momento pareciera, finalmente, haber llegado.
Mientras tanto, los jueces de la Corte -Horacio Rosatti, Carlos Fernando Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda- podrían firmar esta misma semana la resolución que sella el destino judicial de la exvicepresidente. El trámite es breve: una vez notificadas las partes, se activa el traslado. Como marca el protocolo, eventualmente, la detenida sería trasladada a la Unidad 31 de Ezeiza, aunque en este caso la edad de Cristina juegan a favor del beneficio de la domiciliaria.
La incógnita es si esta escena marca el epílogo del kirchnerismo o el inicio de una nueva etapa tipo Puerta de Hierro, con Cristina digitando desde las sombras las listas para las legislativas de este año. ¿Es el fin de La Cámpora y un nuevo punto de partida para el peronismo? ¿O al revés? (www.REALPOLITIK.com.ar)
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