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El Directorio de la Agencia de Turismo de Río Negro declaró desierto el concurso para cubrir la Dirección Ejecutiva del organismo. Pese a la urgencia por poner en marcha la gestión, consideran que ninguno de los perfiles se ajusta a lo que buscan.
Mientras la Agencia de Turismo de Río Negro (ATUR) continúa sin funcionar plenamente, el cargo clave de la Dirección Ejecutiva sigue vacante. A pesar de que se presentaron 37 postulantes al primer llamado de concurso, el Directorio resolvió de manera unánime que ninguno de los candidatos tenía el perfil adecuado para encabezar la gestión operativa del organismo.
La decisión deja en evidencia la falta de claridad o realismo en los requisitos exigidos y genera nuevas demoras en la puesta en marcha de un área clave para el desarrollo turístico provincial. Frente a este escenario, se resolvió abrir un nuevo llamado a concurso público con fecha límite de inscripción hasta el próximo 19 de junio a las 14 horas.
Según se informó oficialmente, aunque varios postulantes cumplían los requisitos formales —título universitario en Turismo, Marketing o áreas afines, y experiencia en promoción turística o gestión en entes públicos—, ninguno convenció al Directorio en cuanto a competencias estratégicas y habilidades de liderazgo para el rol.
La persona que finalmente resulte elegida deberá enfrentar una agenda ambiciosa: coordinar equipos, ejecutar el presupuesto, supervisar campañas de promoción, fortalecer el vínculo con el sector privado y liderar el Plan Estratégico Provincial de Turismo. El cargo demanda un perfil altamente capacitado, con visión integral del desarrollo turístico, manejo administrativo, fluidez en idiomas y habilidades de articulación con múltiples sectores.
Desde ATUR informaron que los interesados deberán enviar su postulación al correo aturprivados@gmail.com, incluyendo CV y propuesta de gestión. No obstante, crecen las críticas ante un proceso que ya fracasó en su primer intento y que podría seguir dilatando el funcionamiento efectivo del organismo.
En un contexto económico desafiante, donde el turismo aparece como un motor de desarrollo necesario para muchas localidades de Río Negro, la falta de conducción ejecutiva en ATUR preocupa al sector. El riesgo de que el organismo siga sin rumbo claro no solo retrasa decisiones clave, sino que pone en evidencia los límites de un sistema de selección que, pese a su transparencia formal, aún no logra traducirse en resultados concretos. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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