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Sergio Graber, dirigente gremial despedido tras casi cuatro décadas en la empresa, denunció persecución política dentro del Sindicato del Seguro, encabezado por Jorge Sola. La eliminación de listas opositoras, la falta de diálogo y un despido arbitrario marcan el conflicto que, según Graber, revela la intolerancia a la disidencia dentro del gremio.
“Estábamos por ir a elecciones en septiembre, pero el mismo día que se anunció la convocatoria recibí un telegrama de despido. La causa es completamente desmedida, cualquier abogado te lo puede decir”, comenzó Sergio Graber, visiblemente afectado por la situación.
El dirigente del Sindicato del Seguro de la República Argentina relató que se encontraba en reserva de puesto por razones de salud y que, tras recibir el alta médica, nunca logró concretar la revisión exigida por la empresa debido a demoras y problemas administrativos. “El telegrama que supuestamente me convocaba a una revisión médica nunca fue entregado en mano, lo dejaron en el buzón con fechas vencidas. Tengo las cámaras de seguridad que lo prueban”, denunció.
Más allá del hecho puntual, Graber advirtió que su despido responde a una persecución política por haber liderado una lista opositora dentro del gremio. “Desde 2021, cuando nos presentamos como oposición, empezó el hostigamiento. De diez que éramos, quedamos dos. Ahora, después de lo mío, queda uno solo”, aseguró.
Sobre su vínculo previo con el actual secretario General, Jorge Sola, recordó: “Estábamos en la misma lista antes del 2021. Después de que ganó, cambió completamente. El poder cambia a las personas”.
En ese marco, Graber destacó la paradoja de haber sido expulsado por un gremio y una empresa controlados por referentes del mismo espacio político que él apoya. “Soy peronista desde siempre. Milité por el peronismo, por este gobierno, y me duele profundamente que me echen así, sin diálogo, sin derecho a defensa”, expresó.
El dirigente también criticó las trabas impuestas por el estatuto del gremio, que dificultan la conformación de listas opositoras: “Tenés que presentar representantes en todo el país. Si te falta uno en una localidad chica, te bajan la lista. Ellos meten empleados de la obra social y tienen la estructura armada para eso. Nosotros teníamos que caminar, convencer, y encima te persiguen”.
Durante la entrevista, Graber reveló otros casos de persecución, como el de una trabajadora despedida por usar medios institucionales para reclamar el pago de un subsidio, o la de una compañera adoptante a la que no le reconocieron derechos por ser opositora.
“Lo más triste es que si Jorge Sola quiere ser secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) y trata así al que piensa distinto, vamos a estar complicados”, reflexionó. Y agregó: “En una estructura sindical, nada se hace sin el visto bueno del secretario general. Cuando pedí que él intercediera por mi reincorporación, nunca me contestaron”.
Respecto a los pasos a seguir, confirmó que inició acciones legales: “No me quedó otra. Me despidieron con causa para no pagarme un peso. Tengo cincuenta y siete años y es difícil volver a insertarse laboralmente. Atrás hay una familia, problemas de salud, una vida dedicada a la empresa. Entré a los diecinueve años. Esto me parte al medio”.
Finalmente, cerró con un mensaje de pesar: “Me despidieron por pensar distinto, dentro de un gobierno y una estructura sindical peronista, que yo apoyé y sigo apoyando. Pero esto no es el peronismo que yo milité. Espero que prime la cordura y podamos dialogar, aunque el daño ya está hecho”. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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