
Interior
La calle Casabindo, destruida tras las últimas tormentas, no solo dificulta la circulación, sino que expone el nivel de abandono que padecen los vecinos, donde la inseguridad y el consumo de drogas completan un combo explosivo.
En el barrio San José de Palpalá, la desidia municipal se volvió rutina. Lo que antes era una calle, hoy es un zanjón de más de un metro de profundidad, y no es una exageración. La calle Casabindo, destruida tras las últimas tormentas, no solo dificulta la circulación, sino que expone el nivel de abandono que padecen los vecinos, donde la inseguridad y el consumo de drogas completan un combo explosivo.
“Esto ya es una trampa mortal. Entra una persona entera en ese pozo”, denunció con crudeza Silvia Mamaní, referente barrial, quien señaló que no se trata de un caso aislado:
“Así como está esta calle, hay muchas otras en el mismo estado. Hubo otro accidente que se evitó por la reacción de los vecinos. Pero el municipio no aparece. Los vecinos están cansados y con razón”.
La calle Casabindo quedó completamente socavada por la erosión del agua y el desinterés de las autoridades. La imposibilidad de transitar afecta tanto a los vehículos como a los peatones, especialmente a niños y adultos mayores que quedan literalmente atrapados en sus propias casas.
Pero los problemas no terminan ahí. El avance del narcotráfico y el consumo de estupefacientes se ha vuelto una preocupación cotidiana para quienes viven en San José. Mamaní advirtió que la zona está tomada por el tráfico de drogas y la falta de presencia del Estado ha naturalizado el deterioro.
“Los chicos se drogan a plena luz del día. Se vende y se compra como si fuera algo normal. Nadie hace nada. Queremos que nos escuchen, que iluminen las calles, que intervengan antes de que sea demasiado tarde”, imploró la vecina.
El reclamo es claro: el barrio necesita respuestas urgentes en todos los frentes, desde infraestructura básica como calles e iluminación, hasta políticas sociales y de prevención ante el crecimiento del consumo problemático. Mientras tanto, San José sigue hundiéndose, literal y simbólicamente, en el abandono. (www.REALPOLITIK.com.ar)
ETIQUETAS DE ESTA NOTA
¿Qué te parece esta nota?
MÁS NOTICIAS