Se fotografió con Victoria Villarruel e intendente de La Cámpora lo castigó con una reubicación

El joven empleado de la municipalidad de Colón, Bruno Quagliardi Bozzolani, denunció públicamente un caso de persecución política y hostigamiento por parte de la gestión local encabezada por el intendente camporista Waldemar Giordano. Según relató, su reubicación forzosa en el área de Tránsito responde a un castigo directo por haberse mostrado en una actividad con la vicepresidenta Victoria Villarruel.

“Soy empleado administrativo de planta permanente de la municipalidad de Colón desde el año 2022. Me veo en la obligación de hacer pública la situación de persecución política y hostigamiento que vengo padeciendo desde hace más de un año y medio, y que hoy se materializa en mi reubicación arbitraria dentro del municipio”, expresó a REALPOLITIK.

Municipalidad de Colón.

El trabajador explicó que el 11 de septiembre de 2025 recibió la notificación oficial a través del decreto 1551/025, que lo trasladaba a la dirección de Tránsito “por razones de servicio”. Sin embargo, subrayó que la medida se tomó “al día siguiente de mi aparición pública –fuera de mi horario laboral– con la Vicepresidente Victoria Villarruel”.

Lejos de una necesidad administrativa, el intendente de La Cámpora asegura que la decisión responde a una represalia política. “La justificación de faltante de personal no solo carece de argumentos, sino que además es un maquillaje para tapar la verdadera razón. Pongo a disposición material que prueba que la decisión fue tomada como castigo directo por dicha presencia pública”, advirtió.

El intendente Waldemar Giordano.

El empleado relató además que la presión sobre su vida privada viene de larga data: “Desde hace meses vengo recibiendo indirectamente bajadas de línea de altos funcionarios municipales para que deje de publicar u opinar en mis redes personales aquello con lo que no estoy de acuerdo respecto de la gestión local. Dichos intentos de censura constituyen una clara vulneración a mis derechos constitucionales”. Y agregó: “El traslado al que hoy se me somete constituye una represalia política por ejercer mi libertad de conciencia. Es un acto de hostigamiento inadmisible en un sistema democrático”.

El decreto municipal que dispone su traslado ya circula entre sus allegados y, según el propio afectado, prueba que el intendente Giordano utiliza el aparato del estado como herramienta de persecución política. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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