Los últimos gestos oficiales —una jornada de oración en la Casa Rosada y su presencia en la inauguración del megatemplo Portal del Cielo en Chaco— consolidan un acercamiento que ya trasciende lo simbólico y se proyecta como un fenómeno político de alcance nacional.
El encuentro en la Casa de Gobierno con pastores de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) marcó un hecho inédito: por primera vez, un grupo de líderes evangélicos fue invitado a orar en el Salón Blanco de la Rosada. Allí, el mandatario encabezó un acto protocolar por el Día de las Iglesias Evangélicas, acompañado por su hermana y secretaria general, Karina Milei. Las imágenes del gabinete con las manos al cielo recorrieron las redes sociales, y no faltaron las lecturas políticas: una muestra más del avance del fundamentalismo religioso sobre las instituciones del estado.
Por primera vez en la historia argentina un grupo de pastores evangélicos es invitado a orar en la Casa Rosada
— Juan Luis González (@juanelegonzalez) November 4, 2025
Cosas que pasan durante la primera presidencia mesiánica del país https://t.co/vJUWFsTlk1
La Fuerzas del Cielo. No es una ficción de.@NetflixLAT por ahora. https://t.co/K9O0YPhYq1
— Reynaldo Sietecase (@Sietecase) November 3, 2025
En julio de este año, el presidente viajó a Chaco para participar de la inauguración del templo Portal del Cielo, una imponente construcción impulsada por el pastor Jorge Ledesma, quien atribuye su realización a un “milagro divino”: según su relato, los 100.000 pesos que tenía guardados en una caja de seguridad se habrían convertido en 100.000 dólares. Con ese dinero, el líder religioso —que se autodenomina “apóstol” y encabeza una comunidad de más de 50.000 fieles— edificó un auditorio con capacidad para 15.000 personas.
"En la caja de seguridad teníamos $100 mil, pero cuando mi papá fue al año eran 100 mil dólares"
— Corta (@somoscorta) July 7, 2025
Cristian, hijo del pastor Jorge Ledesma, de la iglesia Portal del Cielo que inauguró Javier Milei, describió un cambio de divisas que su padre señala como "un milagro". pic.twitter.com/mfxedinc9Y
Su hijo, Cristian Ledesma, relató en una entrevista radial que fue testigo directo del hecho que luego se viralizó en redes sociales. Según explicó, su padre había guardado 100.000 pesos en una caja de seguridad bancaria, y al volver a abrirla más de un año después, el dinero se había transformado misteriosamente en billetes de dólar. “Mi papá fue con la contadora al banco, abrió la caja y había 100.000, pero no pesos sino dólares. Pensó que se había confundido, le mandó fotos y no lo podía creer”, recordó. El joven agregó que “no fue ni la primera ni la última experiencia similar, aunque sí la más grande”, y señaló que el hecho quedó en manos de la contadora de la familia para ser declarado ante la AFIP.
Durante el acto, Milei volvió a unir religión y política en un discurso que hilvanó libre mercado, Biblia y anticomunismo. Sostuvo que “la justicia social es un pecado capital” y que “el estado es la representación del maligno en la Tierra”. También afirmó que la raíz judeocristiana fue “la base moral que permitió el surgimiento del capitalismo”, y advirtió que la izquierda “ha tergiversado los valores que hicieron grande a Occidente”.
En su prédica, el presidente retomó conceptos de economistas como Thomas Sowell y Jesús Huerta de Soto para justificar su cruzada ideológica: “La justicia social no es más que envidia con retórica”, dijo, al tiempo que comparó al Estado con un “falso dios” que somete a los pueblos y destruye la libertad. Su lectura, que funde el anarcocapitalismo con el evangelismo, plantea una cosmovisión en la que la pobreza y el sacrificio se interpretan como pruebas divinas, no como consecuencias estructurales de las políticas económicas.
El caso chaqueño no es casual. La provincia, una de las más golpeadas por la desigualdad, concentra uno de los mayores crecimientos del evangelismo en el país: según datos oficiales, al menos el 25 por ciento de la población se declara practicante y existen más de 5.000 templos registrados. Allí, donde la presencia del estado se desvanece, las iglesias cumplen funciones de contención social, asistencia y comunidad, ganando un terreno que antes ocupaban las políticas públicas.
Analistas políticos advierten que este vínculo no sólo responde a una búsqueda espiritual, sino también a una estrategia de poder. Al igual que Donald Trump en Estados Unidos o Jair Bolsonaro en Brasil, Milei encuentra en el evangelismo una estructura territorial, un lenguaje emocional y una narrativa moral que refuerza su liderazgo. En esa retórica, la realidad se divide entre “fuerzas del cielo” y “enemigos del mal”: comunistas, feministas, militantes sociales y opositores pasan a ser figuras demonizadas.

El discurso apocalíptico que atraviesa este movimiento no se limita a la metáfora: plantea que el mundo atraviesa su fase final y que líderes como Milei son instrumentos de Dios en una batalla final entre el bien y el mal. Desde esa lógica, el sufrimiento social y el ajuste económico se resignifican como parte del camino hacia la redención.
En la Argentina de Milei, el evangelismo se consolida como un actor político de peso y el gobierno legitima su influencia desde los espacios más altos del poder. Lo que comenzó como un gesto de fe se transforma, paso a paso, en una nueva forma de poder espiritual y político, donde el credo se entrelaza con la gestión y la oración se vuelve política de estado. (www.REALPOLITIK.com.ar)