Marcelo Peretta: "Mauro Viale estaría vivo si no se hubiera vacunado contra el COVID-19"

En el comienzo, Marcelo Peretta remarcó su formación profesional y aseguró que sus observaciones se basan en su experiencia técnica. “No es para jactarme, sino para dar contexto. Hay comunicadores que se creen con derecho a decir cosas o, peor aún, a cancelar personas”. En ese sentido, defendió la realización de jornadas en el Congreso de la Nación Argentina vinculadas al debate sanitario: “El Congreso tiene que tratar todas las cuestiones. No puede ser que si un diputado organiza una actividad esté bien y si lo hace otro esté mal”.

Durante la entrevista, el químico volvió a cuestionar la aplicación masiva de las vacunas desarrolladas durante la emergencia sanitaria. “Las inoculaciones de 2021, 2022 y 2023 no estaban lo suficientemente investigadas”, afirmó, insistiendo en que, a su criterio, “fueron un negocio”. Asimismo, señaló que el desarrollo de vacunas está a cargo de farmacéuticos y bioquímicos, y no de médicos, por lo que reclamó mayor protagonismo de esos profesionales en la discusión técnica.

Peretta también criticó lo que considera un clima de hostilidad hacia quienes plantearon dudas en aquel momento: “En lugar de debatir, se cancelaba. Después, el tiempo demostró que quienes pedíamos no hacer obligatorio un producto en fase experimental teníamos fundamentos”, aseguró. A lo largo de su exposición, el entrevistado vinculó distintos efectos adversos y controversias internacionales a las campañas de vacunación, aunque estos puntos fueron presentados como percepciones personales y no como conclusiones científicas respaldadas por consensos oficiales.

El farmacéutico avanzó incluso sobre casos particulares, como el del fallecido periodista Mauro Viale, sosteniendo que “si no se hubiera vacunado, hoy estaría vivo”, afirmación que forma parte de su postura personal y que no cuenta con certificación médica o pericial. En esa línea, cuestionó a profesionales de la salud y comunicadores que apoyaron públicamente la vacunación, acusándolos de actuar presionados por laboratorios. “Las buenas vacunas no matan, no enferman. Yo no soy antivacunas: soy provacunas bien hechas, bien estudiadas y seguras”, aclaró.

En otro pasaje, el entrevistado criticó la reacción de algunos periodistas frente a ciudadanos que denunciaron efectos adversos tras vacunarse. “No se puede burlarse de un paciente. Hay que investigarlo”, insistió, pidiendo que se trate con respeto cualquier consulta vinculada a la salud.

Finalmente, Peretta reivindicó la libertad de expresión en temas sanitarios y mencionó que incluso figuras internacionales han planteado cuestionamientos. Para él, esto demuestra que “dudar no es un delito” y que es necesario “un debate público, serio y sin censura”. El profesional insistió en su reclamo de que “se esclarezcan responsabilidades y se abra la discusión sin presiones ni intereses cruzados”. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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