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Los artistas Martín Álvarez y Guillermo Ale, actor y director de la obra Caryl Chessman, visitaron los estudios de RADIO REALPOLITIK FM para conversar sobre el estreno del unipersonal que reconstruye la historia del mítico preso estadounidense cuya ejecución marcó un antes y un después en la lucha mundial contra la pena de muerte.
Entre risas, Guillermo Ale comparó cada estreno teatral con un nacimiento: “Un estreno tiene siempre una dosis de adrenalina muy grande, una dosis de expectativa muy grande, quizás nervios, pero es como el nacimiento de un hijo que uno lo fue cuidando durante un par de meses”.
Este año, confesó, el calendario fue más intenso que nunca: “Este año, aunque parezca mentira, fueron casi nueve hijos”. A pesar del ritmo frenético, asegura que duerme poco pero lo justo: “Se duerme lo justo y necesario… quizás este año fue mucha vorágine y más que nada por el estímulo.”
Guillermo Ale relató el proceso de investigación detrás de la obra y la impactante historia real de Caryl Chessman: “Creo que fue uno de los estudios más ricos y lindos que me tocó pasar, porque me guié con un tema que me apasionaba”. Al repasar la vida del célebre condenado, detalló: “Caryl Chessman es un hombre que se lo acusa, era tipo un bandido, un asaltante, que se lo acusa de varios delitos… se lo sentencia para ser ejecutado en la cámara de gas”.
El dato más estremecedor: “Estuvo doce años en el corredor de la muerte… vio pasar noventa muertos”. Durante ese tiempo, Chessman se formó solo: “En un mes estudia derecho, estudia la jurisprudencia norteamericana… y logra apelar su primera sentencia a la cámara de gas”. Escribió una autobiografía que se transformó en un fenómeno mundial: “Su libro ‘Celda 2455’ fue bestseller a nivel mundial… el caso se hizo famoso a partir de su libro”. La repercusión fue tan grande que movilizó a figuras internacionales: “Brigitte Bardot, Marlon Brando, Aldous Huxley”.

La muerte de Chessman significó un punto final para un método de ejecución: “A partir de su muerte en la cámara de gas, en Estados Unidos nunca nadie más murió de esa forma”. Y su ejecución fue un espectáculo macabro: “Siempre iban 5 o 6 personas… para Caryl Chessman se presentaron 50 mil testigos”.
Ale destacó la dedicación de Martín Álvarez: “El actor estaba en el mismo nivel de investigación que el que escribe… fue un trabajo a la par, que no suele pasar con los actores”. La sincronía entre ambos, aseguró, potenció la obra: “Cuando uno usa una metáfora o una figura simbólica, el actor automáticamente entiende a dónde va… en mi locura no estoy tan solo”.
Álvarez expresó su emoción: “Un placer, sintetizando todo en esa palabra… es un honor poder ser dirigido por Guille”. Para preparar al personaje, incluso visitó unidades penitenciarias: “Tengo la fortuna de ser técnico de fútbol… siempre tenemos el convite de centros penitenciarios… para estar inmerso en la sintonía del personaje.” La vivencia lo marcó profundamente: “Te pega. Uno a veces no valora la libertad que tiene… hasta que la pierde”.
Sobre el trasfondo humano de la obra, reflexionó: “Creo que es una historia que puede ser situada en lo actual… a veces hay injusticias sociales más masivas, y gente que tiene que pagar por cuestiones políticas”. Ale reveló la conexión con el rock nacional: “El Indio Solari lee el segundo libro de Caryl Chessman… y a través de ahí escribe una canción que se llama ‘Un tal Brigitte Bardot’”. Esa canción —explicó— permanece inédita, pero forma parte de la mística de Los Redondos. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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