Julio Castro, de SOSBA: "La reforma laboral rompe lo colectivo y pone en riesgo derechos constitucionales”

“Los temas laborales se deben resolver en la secretaría de Trabajo de la Nación, con el trabajador, el empleador y el estado como observador”, sostuvo Julio Castro, quien remarcó la necesidad de encontrar acuerdos dentro del marco legal. En ese sentido, señaló que existen situaciones complejas para las pequeñas y medianas empresas: “A veces un juicio laboral de 300 o 400 millones de pesos termina provocando el cierre de una pyme y deja a diez o quince compañeros sin trabajo. No es una reflexión contra los derechos laborales, es la realidad que está pasando”.

El dirigente sindical explicó que, con la apertura de importaciones y sin mecanismos de negociación equilibrados, “el mundo del trabajo se va achicando cada vez más”. Por eso, planteó la necesidad de “racionalidad” y defendió el rol de la secretaría de Trabajo como ámbito donde “el trabajador y el empleador pueden ponerse de acuerdo”.

Castro puso como ejemplo la experiencia de SOSBA en la negociación colectiva: “Tenemos convenios distintos según la realidad de cada sector. No es lo mismo una cooperativa de agua con cien conexiones que una empresa provincial. Eso también es modernización sindical”. Sin embargo, alertó que lo que no puede romperse es “la ultraactividad ni todo lo que es colectivo”, ya que sin consenso entre las partes “una reforma de este tipo no tiene ningún futuro”.

En relación directa con la reforma laboral, el secretario general de SOSBA advirtió que eliminar la ultraactividad de los convenios colectivos implica un retroceso grave: “Si no hay acuerdo, se cae el convenio y se pasa a la ley de contrato de trabajo, que es el piso más bajo para el trabajador. Se rompe lo colectivo, que es un derecho constitucional”. Además, alertó que esto habilita negociaciones individuales que fragmentan al colectivo laboral y generan desigualdad entre los trabajadores.

Castro también cuestionó los intentos de limitar el derecho a huelga: “Es un derecho constitucional. Prácticamente el artículo 14 bis quedaría sin efecto, y eso no se puede hacer en un país democrático”. En ese sentido, se mostró confiado en que la Justicia ponga límites: “Ya hubo fallos que frenaron aspectos de la ley de Bases y eso da esperanza”.

Sobre la estrategia sindical, explicó que el movimiento obrero se está moviendo en tres ejes: el diálogo con legisladores de distintos partidos, la movilización en las calles y la judicialización de la reforma si avanza sin cambios. “Estamos explicando el retraso que esto significa y lo mal que le va a hacer al país”, afirmó.

En otro tramo de la entrevista, Castro amplió la mirada y vinculó la reforma laboral con un modelo de país basado en la primarización de la economía. “Cuando se saca ciencia y tecnología, se empeoran los productos, se encarece la producción y terminamos siendo un país extractivo”, señaló. En ese marco, alertó sobre la entrega de recursos naturales estratégicos como el agua: “El agua va a ser uno de los bienes más escasos del mundo y América del Sur concentra el 26 por ciento del agua con solo el 6 por ciento de la población”.

El dirigente puso como ejemplo los debates actuales en Mendoza por la minería y la ley de glaciares, y sostuvo que sin una visión geopolítica y sin valor agregado “pasamos a ser una colonia sin valor”. “No se trata de pelearnos con el mundo, sino de discutir desde nuestras verdaderas riquezas y con producción nacional”, enfatizó.

Finalmente, Castro remarcó la importancia de la articulación entre el conocimiento académico y el trabajo en el territorio, especialmente en un servicio esencial como el agua. “Sin ciencia, sin tecnología y sin personal capacitado no se puede competir ni garantizar servicios básicos. El agua no es un negocio más, es un recurso vital”, concluyó. (www.REALPOLITIK.com.ar)