“Estamos viviendo un momento muy movido a nivel global: desde el Caribe hasta Europa, pasando por Sudamérica. Cuando uno analiza este escenario, tiene que entender que Estados Unidos no se mueve sin calcular costos y beneficios”, introdujo Carlos Ruckauf, al referirse al despliegue militar norteamericano y a las decisiones estratégicas impulsadas por Donald Trump.
En ese sentido, explicó que el presidente estadounidense tiene objetivos políticos internos claros: “El año que viene hay elecciones de medio término en Estados Unidos y Trump no está dispuesto a perder prestigio. Cuando manda el 20 por ciento de la estructura aeronaval norteamericana a una región, es porque espera salir ganando”. Según el exvicepresidente, este despliegue apunta directamente a Venezuela y al gobierno de Nicolás Maduro.
“Trump necesita garantizar los estados clave donde el voto latino es decisivo, especialmente donde pesan las comunidades venezolana y cubana. Nadie quiere a Maduro, ni demócratas ni republicanos. Por eso, en algún momento, Estados Unidos va a avanzar con mayor dureza”, afirmó. En esa línea, detalló el aumento de la presencia militar estadounidense en el Caribe y el control sobre el tráfico ilegal de petróleo: “Ya se están capturando superpetroleros piratas y ese petróleo termina en Houston”.
Ruckauf también cuestionó con dureza a los gobiernos de Venezuela y Colombia por sus recientes declaraciones contra el presidente electo de Chile, José Antonio Kast. “Decirle ‘nazi’ a alguien es una barbaridad. Es banalizar la mayor masacre del siglo XX. No se puede confundir terrorismo con religión ni dictadura con ideología: el terrorista es terrorista, sea de donde sea”, remarcó, al tiempo que llamó a respetar la diversidad religiosa y cultural.
Al analizar el tablero global, sostuvo que el mundo atraviesa una nueva división de poder: “Estados Unidos, China y Rusia se están repartiendo el mundo del siglo XXI. En realidad, los actores centrales son Estados Unidos y China. Rusia ya no es una superpotencia: es un supermercado con armas nucleares”. Según explicó, Washington buscará consolidar su influencia en América y parte de África, mientras que China dominará Asia y Rusia intentará avanzar sobre una Europa que, a su entender, “está desorientada”.
En ese marco, fue especialmente crítico con los líderes europeos: “Emmanuel Macron pretende compensar lo que pierde en política interna con política exterior, pero eso ya se le agotó. Y en España, Pedro Sánchez está envuelto en demasiados problemas. Trump es claro: apoya a los gobiernos y fuerzas políticas que piensan como él, y a los otros directamente no les da bola”.
Finalmente, Ruckauf trasladó este escenario internacional a Sudamérica y la Argentina. Señaló que la fuerte influencia de Estados Unidos en la región “le viene como anillo al dedo” al gobierno de Javier Milei. “Trump y Marco Rubio están muy metidos en Sudamérica y apoyan sin límites a la Argentina. Si Milei saca la reforma laboral va a estar con un riesgo país de menos de 400 puntos básicos”, concluyó. (www.REALPOLITIK.com.ar)