Daniel Adler: “La sangre de la policía o del ejército seca más rápido que la de los criminales”

“La sangre de la policía o del ejército seca más rápido que la de los criminales. Pasan 24 horas y parecería como que todo queda en el olvido, excepto para las familias”, sostuvo Daniel Adler al referirse al impacto social de estos casos. En ese sentido, remarcó: “Cuando muere una persona, muere también un pedazo de toda su familia”.

Al referirse puntualmente al hecho ocurrido en Olivos, explicó: “Un soldado, 21 años, misionero, que vino a Buenos Aires para tener una vida mejor, y es muy doloroso, muy triste, que producto de la falta de contención, del seguimiento, entre otras cuestiones, haya tomado una decisión tan triste, tan fatal, de quitarse la vida por una deuda de 1.800.000 pesos”. Y agregó: “El desenlace fue el que todos conocen, el cual lleva a 99.99, que fue un suicidio, porque hay carta de despedida y él disparó el gatillo, así que no hay otra alternativa”.

En ese marco, Adler advirtió sobre una problemática más amplia que atraviesa a las fuerzas: “La policía bonaerense, año tras año eleva los récords de suicidios. Ya lo que va del año hay 40 suicidios solamente en la policía bonaerense, y los motivos son múltiples”. Entre ellos, señaló la falta de apoyo y de contención, salarios bajos y extensas jornadas laborales.

Sobre las condiciones económicas, detalló: “Un soldado, creo que estaba cobrando 725 mil pesos por mes. Hoy un policía bonaerense ingresa con 680 mil pesos por mes, y estos muchachos trabajan un promedio de entre 80 y 100 horas por semana”. En ese sentido, aclaró: “Por supuesto, eso no es acción y reacción, cobra poco entonces se suicida, pero definitivamente provoca angustia el no tener para comer, no tener las necesidades básicas, el estar por debajo de la línea de pobreza”.

Adler subrayó que el problema excede lo partidario: “Es algo dramático, que excede lo político”, aunque remarcó la necesidad de un Estado eficiente en áreas clave. “Hay puntos específicos donde el estado tiene que ser puro músculo, cero grasa, lo más chico posible, pero donde sí tiene que tener presencia”, afirmó, y añadió que la eficacia implica garantizar “las condiciones mínimas, vitales, indispensables para poder vivir” a quienes tienen a su cargo la seguridad.

Consultado sobre la seguridad del presidente Javier Milei, Adler fue contundente: “El presidente de la República tiene altos niveles de peligro, altísimos niveles de peligro”. Y explicó: “Hoy Javier Milei claramente es el líder mundial de la libertad y eso lo saben todos los servicios de inteligencia, es el blanco ideal, el target ideal para una organización narco criminal o terrorista que quiera tener relevancia”.

En relación con la presencia de soldados en tareas urbanas y en garitas fijas, cuestionó la lógica operativa: “Un soldado no está confeccionado para el ámbito urbano, no es correcto poner un soldado en un ámbito urbano”. Y fue aún más claro: “Yo jamás pondría en un puesto estático 8 o 12 horas un ser humano a que visualice qué cosa. Me parece eso descabellado absolutamente”.

Por último, Adler planteó la necesidad de cambios profundos: “Definitivamente hay cambios que realizar y son cambios profundos y deberían ser inmediatos”, y concluyó que el país necesita “una reingeniería en materia de seguridad, una revolución en materia de seguridad que todavía no explotó y eso tiene que pasar para bajar los índices de criminalidad y subir también los índices de productividad del estado”. (www.REALPOLITIK.com.ar)