“Sin duda Patricia Bullrich logró un protagonismo muy fuerte”, sostuvo Carlos Fara al analizar lo ocurrido en el Senado de la Nación Argentina durante el debate presupuestario. Según explicó, la decisión de no modificar el texto aprobado en la Cámara de Diputados de la Nación fue clave para evitar que el proyecto volviera a la Cámara baja y se abriera una “caja de Pandora” legislativa. En ese marco, destacó que Bullrich impulsó postergar la reforma laboral para febrero y bloqueó la votación sobre los integrantes de la Auditoría General de la Nación (AGN), lo que permitió ordenar la estrategia oficialista y garantizar una amplia aprobación del presupuesto 2026.
“Está claro que Bullrich es quien manda en ese bloque del Senado y que forma parte de la mesa política del gobierno nacional”, afirmó el consultor, remarcando que los resultados finales demostraron un ajuste fino en la conducción parlamentaria.
Sin embargo, Fara advirtió que ese poder no es ilimitado. “Siempre va a haber tensiones por las lógicas ambiciones dentro de la mesa política”, señaló, y subrayó que el principal límite de Bullrich aparece cuando su influencia roza el núcleo duro del poder libertario. “Cualquier extraño a la relación endogámica de los hermanos Milei va a generar ruidos”, explicó, en referencia al rol de Karina Milei y figuras como Santiago Caputo o Manuel Adorni, con menor recorrido político pero gran cercanía al presidente.
De cara al futuro, Fara consideró que si Bullrich sale fortalecida de estos desafíos, su proyección política se amplía. “Tiene el camino allanado para confirmarse como candidata a jefa de gobierno porteño en 2027”, afirmó, aunque también mencionó versiones sobre una eventual fórmula presidencial, en un contexto donde la relación con Victoria Villarruel “no tiene vuelta atrás”.
Al analizar los desafíos del gobierno rumbo a 2026, el consultor señaló que la gestión de Javier Milei se fijó objetivos “muy ambiciosos”: avanzar con una reforma laboral y comenzar a discutir una reforma impositiva. “Las reformas estructurales van a poner a prueba la capacidad de gobernabilidad”, advirtió, y recordó la fragilidad legislativa del oficialismo. “El gobierno no tiene quórum propio, le faltan 33 diputados. Sin una buena ingeniería política con los gobernadores dialoguistas, eso siempre será una dificultad”, explicó.
Fara también alertó sobre la sustentabilidad del modelo económico. Si bien prevé menor inflación y algo de crecimiento, remarcó que la Argentina enfrenta compromisos financieros muy fuertes en 2026 y 2027. “Ese es un interrogante permanente hasta el final del mandato”, sostuvo.
Por último, se refirió a la situación del peronismo, al que definió en una “crisis estructural profunda”. “No se trata solo de haber perdido la elección, sino de una complejidad interna que hace que el poder se siga fragmentando”, explicó. En ese sentido, destacó que varios gobernadores ya no responden al Partido Justicialista Nacional y que Cristina Fernández de Kirchner, aun detenida, sigue siendo la figura con mayor peso interno. “Axel Kicillof no puede cumplir hoy ese rol y quizá nunca pueda hacerlo”, afirmó, describiéndolo atrapado “entre la espada y la pared”.
“La falta de renovación y la idea de salir a buscar un outsider muestran la magnitud de la crisis del peronismo”, concluyó. (www.REALPOLITIK.com.ar)