“La situación sigue siendo bastante compleja”, señaló Anderson Riverol al comenzar el análisis, y explicó que en las últimas semanas Donald Trump no solo se comunicó con el presidente ucraniano, sino que también mantuvo contactos directos con Vladimir Putin. “Esto tiene un impacto significativo porque una de las principales promesas de política exterior de Trump es solucionar el conflicto entre Ucrania y Rusia”, afirmó.
Según el analista, el escenario actual está marcado por el agotamiento de los recursos. Por un lado, Europa enfrenta fuertes limitaciones internas para sostener la ayuda a Ucrania: “Las decisiones de la Unión Europea son en bloque y eso genera extremas dificultades. Países como Hungría, con una posición más pacifista, han frenado en varias oportunidades el envío de más recursos”. Por otro, el respaldo de Estados Unidos cambió drásticamente tras el fin de la administración Biden, que había apoyado económica y militarmente a Kiev de manera contundente.
“Hoy la posición de Volodímir Zelenski es mucho más difícil porque no tiene los apoyos económicos ni de armamento para sostener la resistencia”, sostuvo Riverol. En ese sentido, remarcó que Ucrania “no tiene posibilidad de avance” sin el tamaño del ejército, la tecnología y los recursos que solo pueden aportar sus aliados. “El principal aliado ahora dice: ‘no te puedo ayudar más y vamos a ver cómo solucionamos esto’”, resumió.
Riverol fue contundente al describir el escenario militar y político: “Trump incluso ha manifestado que es un hecho que Ucrania ha perdido parte de su territorio. La posición de Zelenski no es de victoria, sino de cómo se disimula una derrota que ya se veía venir y que solo fue retrasada por los recursos que se le inyectaron”.
En ese marco, explicó que Putin estaría dispuesto a aceptar algunos de los puntos propuestos por Estados Unidos, mientras que Zelenski se encuentra en un dilema: “Si acepta, está reconociendo lo inevitable, que es la derrota. Si no acepta, no tiene recursos para sostener siquiera lo que puede llamarse resistencia”.
Más allá del plano internacional, el analista hizo foco en la situación interna de Ucrania, que describió como “una sociedad muy golpeada”. “Ha resistido con mucha valentía, pero desde hace meses los militares han recurrido a la captación forzada de hombres para mantener la capacidad de combate, las capacidades económicas están muy limitadas y el desgaste social es enorme”, explicó. A esto se suma la falta de elecciones, justificadas por el contexto de guerra, pero que “terminan lacerando la credibilidad del liderazgo”.
“Cuando el liderazgo tiene estos problemas, es muy difícil sostener un conflicto”, reflexionó Riverol, citando a Sun Tzu: “Todo está perdido cuando comienzan a susurrar los que están abajo”. Para el analista, ese proceso “ya viene pasando desde hace muchísimo tiempo” en Ucrania.
Respecto al futuro, consideró que el conflicto podría encaminarse hacia una resolución en el corto o mediano plazo: “Creo que esto se va a resolver en el próximo trimestre o semestre como mucho, también teniendo en cuenta que vienen las elecciones de medio término en Estados Unidos y la agenda se va a enfocar más en lo interno”. Sin embargo, advirtió que cualquier acuerdo “no va a favorecer a Ucrania”, aunque podría abrir la puerta a “una paz duradera que evite una nueva expansión rusa”.
Sobre el rol de la Unión Europea, Riverol fue categórico: “Ayudan con recursos y armas, pero de forma muy limitada y no comparable con Estados Unidos”. En muchos casos, dijo, la ayuda es “más simbólica y discursiva que real”, debido a la dinámica interna de las instituciones europeas. “Las fotos, los gestos y las cumbres muestran respaldo político, pero no cambian la realidad del campo de batalla”, agregó.
Finalmente, el analista explicó que la dependencia de Europa respecto de Estados Unidos es estructural: “Rusia, aunque no es una potencia económica, es muy eficiente en la producción de armas, más rápida y mucho más barata que la Unión Europea. ¿Quién puede hacerle frente a eso? Estados Unidos, que hoy no está dispuesto a hacerlo bajo la presidencia de Trump”.
En ese contexto, concluyó Riverol, la pérdida territorial aparece como el eje central de la negociación: “La pérdida de territorio es una catástrofe para cualquier nación. Pero hoy la realidad es que Ucrania perdió territorio, y ese es el punto más difícil de aceptar, aunque todo indique que es el desenlace más probable”. (www.REALPOLITIK.com.ar)