El gobierno de la provincia de Buenos Aires, conducido por María Eugenia Vidal, viene realizando tareas de remodelación en el emblemático Teatro Argentino localizando en calle 51 entre 9 y 10. En febrero de este año, REALPOLITIK publicó de manera exclusiva los documentos que corroboraban que se gastarían 39 millones de pesos en cambiar las butacas de la sala lírica, pero lo que entonces no se sabía era lo que hoy muestran las fotografías: las sillas no tienen estilo, son de pésima calidad y de plástico.
Tal como se lee en los documentos que presenta este medio, el gobierno bonaerense otorgó un presupuesto de 39.151.006,7 millones para el reemplazo de los asientos. En este sentido, considerando que son 1.460 unidades, cada silla costó alrededor de $26.815 pesos.
Apurados, a fin de poner obras en cartelera para evitar las críticas, los funcionarios del gobierno de Vidal reemplazaron los asientos de pana por unos nuevos, pero de plástico. Mauricio Peters, trabajador de maestranza con casi treinta años de servicio en el prestigioso espacio platense, vio personalmente las butacas y señaló a este medio que, considerando que en un teatro lírico las sillas tienen que ser de estilo, las que adquirió la gestión bonaerense “son de cuarta”.
“Las sillas del palco, ¿díganme si no son de una pizzería? Y de una pizzería de bajo nivel. Y las butacas de platea, ¿una persona mayor de setenta años puede estar tres horas sentada ahí? Además está el tema de la calidad, es una madera de terciado fenólico cuervo con una goma espuma y una tela”, precisó el empleado del teatro, quien cuestionó la posibilidad de que cada asiento cueste casi 30 mil pesos.
El hecho de que las butacas sean de tal calidad puede implicar una baja en el prestigio del Teatro Argentino, caracterizado por presentar obras y artistas nacionales e internacionales, dado que las críticas pueden llegar a ser muy duras. “Quieren inaugurar con todas las lingas de toda la maquinaria escénica vencidas hace años, lo que es un peligro inminente para el tránsito que hay sobre el escenario, calculando que son alrededor de trescientas personas cuándo hay una función de ópera o ballet”, advirtió Peters.
“MAQUILLAJE”
En diálogo con REALPOLITIK, Peters sostuvo que, en medio de la polémica por la fortuna gastada en butacas de plástico, en el teatro no hay agua potable ni calefacción. “Quieren inaugurar así, con un maquillaje, como lo que ocurrió con las veredas que fueron impermeabilizadas, las levantaron, y todos los subsuelos siguen filtrando agua”, detalló con pesar.
“Es más fácil saber el patrimonio de un legislador que saber en qué gastan la plata de los contratos, en desmedro de todo el personal que viene reclamando reivindicaciones salariales que no las podemos lograr”, concluyó Peters.
A las claras, el tradicional epicentro de la cultura bonaerense parece sufrir de una falta de presupuesto en todas sus áreas, desde infraestructura hasta personal. (www.REALPOLITIK.com.ar)