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28 de septiembre de 2018 | Provincia

Hasta el momento no se ha pronunciado

La mafia de las prótesis: El terrible caso de una señora que reclama ante PAMI

Los médicos suelen ser personas generosas a la hora de negociar. Aceptan dinero en efectivo, transferencias, cheques o incluso viajes, relojes o el pago de congresos en el extranjero. Todo vale, siempre y cuando cubra el total de la coima.

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El procedimiento que utilizan los médicos para exigir coimas y sobornos en el circuito de las prótesis es de larga data. Lejos de ser una novedad, los profesionales de la salud lo utilizan desde hace décadas como un plus salarial, un extra por fuera de la ley. Lo que ocurre desde hace unos pocos meses, es que la sociedad comenzó a alertar acerca del hecho y a reclamar un castigo que, por el momento, no ha llegado.

Anastasia Samochko es una paciente que espera su prótesis de cadera desde hace más de once días. Su caso se hubiese perdido en un mar de ancianos que semana a semana mueren esperando en vano sus prótesis, si no fuese porque el periodista Hernán Castillo decidió visibilizarla en su cuenta de Twitter.

Las prótesis están, no tienen ningún inconveniente en sí mismas. Están en el país, se fabrican sin mayores inconvenientes y se pueden entregar ahora mismo. Pero no lo hacen. No llegan al paciente que las necesita. La razón es tan humana como la codicia que conduce el proceder de los médicos. La prótesis no llega en la mayoría de los casos simplemente porque primero el profesional debería acordar su coima con la empresa proveedora. Hasta que no se pongan de acuerdo, no habrá cadera nueva para Anastasia ni para nadie más.

Tal y como lo explicó REALPOLITIK a lo largo de una extensa investigación cuyos links acompañan este artículo, cada vez que se necesita una prótesis, el estado lleva adelante una licitación que se definirá en razón de quién presente la mejor oferta. No obstante ello, el producto será aceptado y abonado solo si cuenta con la aprobación final del traumatólogo. Para ello, el médico pide un dinero a cambio, que ronda entre el 10 y el 30 por ciento del valor de la prótesis. Si no se abona en tiempo y forma, el producto es rechazado con alguna excusa viable, como que no es exactamente lo que pidió o el modelo adecuado.

Los médicos suelen ser personas generosas a la hora de negociar. Aceptan dinero en efectivo, transferencias, cheques o incluso viajes, relojes o el pago de congresos en el extranjero. Todo vale, siempre y cuando cubra el total de la coima.

Desde Provincia, ni la gobernadora María Eugenia Vidal ni el ministro de Salud, Andrés Scarsi, se han pronunciado al respecto. Por otro lado, numerosas denuncias se han llevado a cabo en la sede de la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología, pero hasta el momento la institución no se ha pronunciado en forma alguna. “Es que el nomenclador de precios bajo el cual se rige el médico está desactualizado. Algunas tarifas son directamente del año 1994. Entonces el profesional tiene que cobrar aparte con estos mecanismos”, aseguraron off the record.

Acorde a las denuncias, “este mecanismo provoca el deterioro de la calidad de la salud, porque el médico en vez de elegir la mejor prótesis, elige a la empresa que sabe que le paga la coima en tiempo y forma, independientemente de que sus productos sean realmente buenos o no”. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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