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7 de octubre de 2019 | Municipales

De retirada

Montan un negocio con los cursos de capacitación de la SEDRONAR

En plan de despedida, los funcionarios macristas de la secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas encontraron la vuelta para seguir exprimiendo al máximo la rentabilidad de la función pública.

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Los cursos de formación que hasta no hace mucho se brindaban sin cargo y abiertos a toda la comunidad, ahora se dictan a través de una plataforma virtual de la Universidad Isalud y con un costo que asciende a los 3.100 pesos. Y para quienes pudieran suponer que toda sinergia entre el sector público y las instituciones educativas siempre es bienvenida, detrás de esta iniciativa se esconde la posibilidad de usufructuar un negocio más que interesante a futuro, siguiendo un mismo modus operandi: las ONG y fundaciones vinculadas con el Pro.

El responsable de esta movida denunciada por los propios empleados es el director del área de capacitaciones de SEDRONAR, Fernando Trabucco, un oscuro funcionario que llegó al organismo promovido por la sospechada fundación Convivir (es la pareja de Carina Ghezzi, directora ejecutiva y vocal de esta ONG). Antes del 2015, Trabucco fue legislador porteño del Pro, presidente de la comisión de Vivienda de la Legislatura, y uno de los principales impulsores, con prácticas que podrían llegar a rozar la extorsión, del negocio inmobiliario impulsado por el macrismo en las villas 31 y 31 Bis de Retiro. Sus inicios en la política se remontan a la década del 90 en San Isidro, como concejal por el partido cavallista Acción por la República. Dentro de su prolífica presencia mediática con textos, columnas y diversos artículos de opinión, sobresale una exaltada celebración de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner publicada en el diario Acción.

La monetización de los cursos (antes gratuitos) de capacitación de la SEDRONAR, dictados por profesionales cuyos salarios y viáticos son abonados por el organismo, no sería el único plan de diversificación de actividades de Trabucco y compañía. Hace un año y medio nombró de coordinadoras de Capacitación a dos responsables de la asociación civil Rubicón, ONG que recibe importantes subsidios de la mismísima SEDRONAR y de la secretaría de Trabajo para dictar cursos de prevención sobre adicciones. Se trata de Gabriela Souto y Daniela Antonaccio, quienes operan bajo el ala de Trabucco.

En un organismo en el cual todos atienden de ambos lados del mostrador, no resulta casual que sea nuevamente la fundación Convivir una de las principales aliadas estratégicas y contribuyentes de la citada Rubicón. Y que tanto Souto como Antonaccio ofrezcan, de forma privada, los mismos servicios de capacitación que brindan desde sus funciones públicas en la secretaría, nos llevaría a pensar nuevamente en otra situación de conflicto de intereses. Una mancha más al tigre.

Más allá de este dato, cabe destacar que el principal vaso comunicante entre la secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas y la Universidad Isalud es el actual subsecretario de Estrategias de Prevención y Tratamiento, Roberto Canay, quien también es referente del Centro de Estudios en Drogadependencias y Sociopatías (CEDROS). Canay está siendo investigado por la Oficina Anticorrupción no sólo por sus vínculos con la fundación Convivir sino también por haber omitido de su declaración jurada la existencia de la consultora Mental Health Management que dirige su mujer, Mariana Maiztegui. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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